Ganemos Galicia, una de las diez formaciones que se presentan por las cuatro provincias a las elecciones del próximo domingo, ha impugnado los comicios gallegos ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo al amparo de lo estipulado en el artículo 12.3.a de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
La citada formación informó hoy en un comunicado de que prepara también el procedimiento de impugnación ante los tribunales europeos. Ganemos Galicia impugnó en vía administrativa, ante la Junta Electoral de Galicia, el pasado 10 de septiembre, el reparto de espacios electorales en los debates, informativos y campaña en los medios de comunicación públicos.
Denunció que los espacios se había repartido incumpliendo la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, la Ley 8/1985, la Ley de Elecciones al Parlamento de Galicia, en su criterio de reparto de espacios, y la instrucción 1/2015 y 4/2011 de la Junta Electoral Central que establecen los criterios para participar en los debates, espacios de noticias y campañas. Indica que la Junta Electoral de Galicia asignó los espacios "siguiendo extraños criterios que no ha explicado y que no están contemplados en la Ley".
Considera que "asignó el privilegio de los espacios preferentes, los que llegan a la mayor parte del censo, tanto a formaciones políticas con antecedentes en la cámara, como a formaciones políticas completamente nuevas, registradas hace unas semanas en el Registro de Partidos". Por ello, indica que "no pueden tener antecedente alguno, que es lo que exige la ley, dejando fuera de este privilegiado reparto a las otras tres fuerzas políticas, entre ellas, Ganemos Galicia".
"Tal reparto -a juicio de los responsables de Ganemos Galicia- es objetivamente injusto e ilegal, y aún así la Junta Electoral no reconoció el error y alegó que la impugnación era "extemporánea por un día de plazo". Para esa formación, "es de vital importancia para el resultado de las mismas la información que llega al elector antes de las elecciones sobre las candidaturas que se presentan a la cita electoral".
Añade que "si el elector conoce a unas formaciones políticas pero no a otras, el voto se ve claramente afectado por el grado cuantitativo de información que tiene la ciudadanía".
Concluye que "es una cuestión de evidencia técnica en comunicación: unos llegan a la totalidad del censo electoral, y otros no llegamos ni al 1 por ciento por falta de recursos, no nos pueden votar porque no nos conocen".
