viernes. 29.03.2024

La Navidad, un tiempo de celebraciones, comidas familiares y compras navideñas, pone en evidencia cada año la otra cara de estas fechas, como son las personas sin recursos o en riesgo de exclusión social y que no siempre tienen posibilidades de recibir el cariño o un regalo de Navidad de alguien próximo.

 

Por este motivo, desde el año 2012, la ONG "Elfos y Calcetines", con Lala Dóniz, a la cabeza, alma mater del proyecto, colabora en este proyecto para que ningún menor o persona de edad avanzada, por mala que sea su situación social, se quede sin regalo en estas fechas.

 

Para llevarlo a cabo, cientos de "elfos voluntarios" se encargan de buscar un regalo a su "calcetín" (persona en riesgo de exclusión) extendiéndose la magia de la Navidad a todos aquellos rincones de Galicia a los que no llegan los Reyes Magos o Papá Noel.

 

La implicación es cada vez mayor y, después de su éxito en el área de Vigo, ya hay grupos que coordinan el reparto en provincias como Pontevedra, Lugo u Ourense. "Funciona como una cadena de favores. Nosotros actuamos como intermediarios entre los elfos -voluntarios- y los calcetines", ha explicado a Efe esta gallega, que año tras año ve cómo sigue creciendo esta iniciativa solidaria.

 

El mecanismo es sencillo. Los voluntarios -previa inscripción en la web donde tienen que darse de alta- reciben la carta de su 'Calcetín' (ancianos, menores que viven en centros institucionales, adultos en riesgo de exclusión) y tienen que entregar su donativo, por un importe que no supere los 35 euros para evitar una posible discriminación, en un 'Punto elfo' (establecimientos adherido a la iniciativa). Después la organización se encarga de entregar los paquetes a las entidades sociales que participan en el proyecto.

 

La cantidad "no supone un gran esfuerzo económico" para los colaboradores,máxime, "en esta época" en la cual "nos gastamos mucho dinero", sostiene Dóniz. Con la premisa clara de que la prioridad son "los menores" dado que son "los que sufren más carencias", sobre todo los adolescentes, Elfos y Calcetines ha decidido incorporar este año a la comunidad venezolana "que viene con lo puesto".

 

El grueso de los calcetines siguen siendo principalmente menores y después ancianos y otras personas que se encuentran en riesgo de exclusión. El éxito de esta iniciativa no se ha hecho esperar y es que, para muchas personas, es la forma más parecida a convertirse en Rey Mago o Papa Noel o Apalpador (en Galicia) por un día y ayudar a alguien, de forma completamente anónima. Lo que nació como una pequeña idea, con un centenar de calcetines y una cifra similar de elfos, principalmente del área de Vigo y de las comarcas, se ha convertido en una importante iniciativa solidaria, que cuenta con más de 5.000 elfos inscritos y 4.300 calcetines.

 

Tal ha sido la avalancha de peticiones en las redes sociales para hacerse voluntario, que la ONG ha tenido que "lanzar un plan b" de "Ningúnelfosincarta", según relata su impulsora, para que ningún elfo voluntario se quede sin participar. En este caso, las aportaciones se destinarán a la asociación Arela y Meniños para ayudar a menores que se encuentran en situación de desamparo o "en situación de pobreza extrema".

 

Después de siete años coordinando este proyecto solidario en Galicia, Lala Dóniz, de Mos (Pontevedra), sigue mostrándose igual de "sorprendida" que el primer día por la gran "implicación" de la ciudadanía. Entre las anécdotas atesoradas a lo largo de estos años, resalta que este año "por primera vez" un calcetín se ha convertido en Elfo así como la implicación de colectivos completos, como el centro de mayores de Redondela que no ha dudado en sumarse a esta iniciativa. Con todo, lo tiene claro. El premio más grande es poder llevar una pizca de alegría a todos los calcetines.

 

No en vano, más allá de los regalos, los mayores buscan sobre todo poder "sentir ese cariño" más que el presente en sí, que muchas veces se limita a "un transistor o unas zapatillas". "Para nosotros es lo mejor, te sientes gigante", resume Dóniz, quien advierte de que "esto engancha". "Todo el mundo repite", concluye.

La magia de la Navidad donde ningún menor se queda sin regalo en Galicia