martes. 23.04.2024

Los directivos de los centros públicos de Infantil y Primaria de A Coruña ven en la reválida un mal modelo que solo evalúa los conocimientos sobre determinadas competencias y se aleja de la formación integral de los pequeños, a los que sitúan en la media europea y de la OCDE a pesar de la concepción social.

 

Unos noventa miembros de la Asociación de Equipos Directivos de Centros Públicos de Educación Infantil y Primaria de la provincia de A Coruña celebran su vigésimo quinto encuentro en el pazo de Mariñán. Emilio Joaquín Veiga, que preside esta entidad, ha explicado a EFE que realizarán hasta mañana una serie de actividades orientadas al análisis de las diferentes pruebas diagnósticas, a la puesta en común de asuntos vinculados a la convivencia y a las nuevas políticas de protección de datos. Uno de los temas que está más de actualidad son las diferentes pruebas que sirven para evaluar los conocimientos de los alumnos y para determinar la calidad del modelo educativo, como las reválidas, el informe PISA y otros modelos internacionales.

 

"Hemos llegado a varias conclusiones y la primera es que muchas veces se mandan unos mensajes a nivel social de que España está por debajo de otros países y no es real, si se observan los resultados del informe PISA, España está en la media de Europa y de la OCDE", apunta Veiga. Los directivos sostienen que "lo que falla muchas veces son los formatos" porque no se adaptan "las pruebas a las edades de los alumnos", que muchas veces son demasiado pequeños para ciertos tipos de exámenes.

 

"Las pruebas son demasiado objetivas y tienen un formato al que el alumnado no está acostumbrado. En la reválida se presenta un cuarenta por ciento de la prueba en formato test, al que no están habituados", continúa. En su opinión, "la evaluación hay que plantearla desde un punto de vista global" y no examinar "unas competencias sobre unos conocimientos determinados", pues se debe apostar por la "formación integral del niño" y, cuando se evalúe, saber "en qué nivel está como persona".

 

Sobre estas reválidas, que este año se harán en sexto de Primaria, dice que "muchas familias se están planteando si enviar o no a sus hijos" a realizarlas. "Si el niño viene al centro, tiene que hacer la prueba, así que si no quieren que la haga, tiene que ausentarse, lo que tiene sus problemas a nivel familiar", añade. Los directivos también analizan "cómo abordar la mejora de la convivencia en los centros educativos" con "programas más preventivos que reactivos", así como la formación de los profesionales y el liderazgo, una serie de competencias que no se reciben "dentro de la formación inicial" y que los docentes adquieren en este tipo de encuentros.

 

En cuanto a las nuevas tecnologías, explica que cuando se detecta "un acoso o un ciberacoso se pone en marcha el protocolo que siempre busca la tolerancia cero", se habla con víctima y acosador o acosadores y con las familias para plantear una solución desde un punto de vista "global".

La reválida es un mal modelo alejado de formación integral, según directores