La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha aprobado hoy, por unanimidad, una declaración con la que solicita "impulsar" las diputaciones provinciales como "administración intermedia" que redefina su "papel y estructura" y permita la prestación de servicios "con mayor eficacia".
El presidente del organismo, el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero, ha destacado tras la reunión extraordinaria de la Junta de Gobierno, solicitada por el PP, que el acuerdo en ningún caso es un "no" al punto del pacto de PSOE y Ciudadanos sobre el papel de las diputaciones provinciales. En declaraciones a los periodistas, Caballero ha criticado el intento de los populares por "politizar" la FEMP, "poner los ayuntamientos" a su servicio y, a su vez, colocar "palos en la rueda" de un futuro Gobierno en España.
Por su parte, en representación del PP, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha asegurado que el acuerdo que sale hoy de la FEMP representa una posición que "no está en absoluto de acuerdo con cualquier intento de supresión" de estos organismos, que es lo que a su juicio procura el pacto suscrito por PSOE y Ciudadanos. "Es un atentado contra la autonomía local", ha apostillado.
También en declaraciones a la prensa, ha avanzado que con el acuerdo de la FEMP el Partido Popular se siente respaldado para continuar la estrategia ya iniciada, la de llevar a toda España pronunciamientos claros a favor de las diputaciones. De la Serna ha comentado que "hay muchos socialistas que han trasladado su enfado" con el acuerdo que han suscrito PSOE y Ciudadanos. "Nos consta el gran enfado de los socialistas con un acuerdo firmado por una persona que no ha consultado a quienes saben de esto", ha añadido, en alusión al líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez.
El regidor santanderino, asimismo, ha manifestado que la posición de la FEMP debe conducir "a la reconsideración" del pacto para una nueva legislatura. En la declaración aprobada por la Junta de Gobierno extraordinaria, la apuesta por las diputaciones provinciales queda reflejada en el impulso de éstas como "administración intermedia más moderna", adaptada por tanto a las "necesidades de la sociedad actual". Ello pasa por redefinir "el papel y la estructura de las diputaciones provinciales de régimen común para prestar servicios con mayor eficacia y garantía de calidad a los ayuntamientos" con menos de 20.000 habitantes.
La reformulación de las diputaciones incide en la necesidad de una mayor transparencia, de racionalidad y de democracia participativa. "Pretendemos con ello garantizar a la ciudadanía el acceso a los servicios públicos de calidad independientemente de su lugar de residencia", concluye la declaración de la FEMP.
Para Abel Caballero, en el acuerdo de PSOE y Ciudadanos no figura en ningún caso la erradicación de las diputaciones, sino al contrario: la apuesta por una escala de la administración "moderna, más transparente y más democrática" que dé apoyo a los pequeños ayuntamientos, algo que a su entender resulta "inevitable".
Si bien ha puntualizado que en provincias con "grandes" ayuntamientos, como Sevilla o Vigo, las diputaciones sólo sirven para "enredar", el alcalde vigués ha defendido en varias ocasiones la relevancia de esas otras diputaciones que ejercen sobre municipios pequeños una función esencial. Son localidades de menos de 1.000 habitantes en las que es "muy difícil" que los consistorios asuman determinadas competencias con sus "propios medios".
Caballero, quien se ha expresado a favor del acuerdo PSOE-Ciudadanos, ha reprobado la actitud del PP en la reunión de hoy al percibir que no tenía más objetivo que "poner atascos a la formación de un nuevo Gobierno" en España. Y ha rechazado que esa actitud, según ha añadido, venga de un partido que gracias al Ejecutivo de Mariano Rajoy ha sido "el más antimunicipalista", como prueban los "cuatro años de retroceso" de la pasada legislatura.