sábado. 20.04.2024

Dos de los magistrados más mediáticos, José Antonio Vázquez Taín, instructor de las causas abiertas por el crimen de Asunta Basterra y el robo del Códice Calixtino, y Luis Aláez, que se encarga del accidente del tren Alvia, apuran las investigaciones antes de ocupar sus nuevas plazas. Ambos son de la misma quinta y están hoy en tiempo de prórroga, puesto que el primero dejará el juzgado de instrucción número dos de Santiago y asumirá la responsabilidad del juzgado de lo penal número dos de A Coruña y el segundo hará lo propio, en otro juzgado de lo penal -número uno-, pero en este caso sin moverse de la capital gallega, donde hasta la fecha se encarga del juzgado de instrucción número tres.

 

Vázquez Taín (A Merca, 1968), el magistrado que en 2013 debutó como escritor con 'La leyenda del santo oculto' (Teófilo Edicións), siempre se ha definido como un juez "trinchera" porque "los nombres, yo soy consciente de que van con intención, y a los que me llaman juez estrella, en realidad les gustaría llamarme juez estrellado", se sinceró en una entrevista con Efe. Este juez dice, asimismo, ser muy consciente de que a los de su gremio se les reprocha que parezcan "dioses que viven en un Olimpo y no tocan la realidad", pero también lo contrario, que se pongan en el "disparadero" como ha hecho él. Por ello, expone que es "conocedor" de que con su actividad ha de "aceptar que la gente me juzgue, critique, valore y denoste, pero yo acepto ese riesgo voluntariamente".

 

Su carrera en la judicatura es fulgurante. Durante su etapa en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) fue un verdadero azote para las redes que controlan el tráfico de drogas y un experto en correctivos para vándalos, ante sentencias ejemplarizantes como aquella con la que castigó a los autores de unas pintadas en el puerto con la pena de limpiarlas. Vázquez Taín, con un imán para los sumarios complicados, imputó al ex alcalde de Santiago Gerardo Conde Roa por delito fiscal, tras lo que fue condenado y dimitió, y procesó y mandó a la cárcel al resbaladizo narcotraficante gallego Marcial Dorado. P

 

recisamente la Audiencia Nacional juzgará el jueves a este narco, que se enfrenta a quince años de cárcel y a una multa de 42 millones de euros por blanqueo, violación de secretos y delitos fiscales derivados todos ellos de su actividad en el tráfico de drogas. Todoterreno, sencillo, espontáneo, modesto, campechano... Quienes conocen a José Antonio Vázquez Taín le dedican estos calificativos y coinciden en lo rápido que habla y anda, un movimiento que lleva al interlocutor al sofoco, por la imposibilidad, a veces, de seguirlo.

 

El magistrado Luis Aláez (Pontevedra, 1967) es tratable, cortés y poseedor de un trato exquisito. Antes de llegar a Compostela, pasó por A Coruña y Vigo. El 24 de julio del año 2013 le tocó vivir un hito en su carrera. Estaba de guardia cuando un Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol descarriló, una tragedia que dejó una estampa de esas que queman la retina. La investigación es compleja. Se suceden los autos y los informes de los peritos, que indican que con el sistema Ertms el siniestro no habría ocurrido. Luis Aláez pidió su otro destino antes de este doloroso episodio con un único imputado, el maquinista, Francisco José Garzón Amo.

 

La Audiencia Provincial de A Coruña exoneró a los miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a los cinco técnicos responsables de la seguridad en la circulación. El auto con el que el órgano de apelación levantó la imputación de estos cargos supuso que la instrucción judicial retornase al punto en el que se encontraba a los cuatro días del accidente, con el conductor, -que no redujo la velocidad del convoy-, acusado de homicidio imprudente.

 

No obstante, no se cierra la puerta a que se siga investigando para comprobar si en ese tramo, con una reducción drástica de velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora, se necesitaban medidas adicionales de seguridad y así se determina por consenso técnico, puesto que en caso contrario tal apreciación es "prematura y carente de base suficiente". El juez instructor Luis Aláez, que consagra sus últimos días en el juzgado de instrucción número tres de Santiago de forma concienzuda a este caso, ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo. Aláez, que será relevado por Andrés Lago, y Taín, cuyo sustituto no se conoce, tampoco descansan durante esta pequeña moratoria.

Los jueces de los casos Alvia y Asunta, en tiempo de prórroga