viernes. 29.03.2024

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, aseguró hoy, antes de reunirse con representantes del sector mejillonero, que el borrador de la nueva Ley de Acuicultura de Galicia supone una "posibilidad de desarrollo social y económico de Galicia" y afirmó que su departamento analizará las alegaciones.

 

"Nunca propusimos nada al sector que perjudicara su presente o futuro", comentó Quintana, acompañada del director general de Pesca de la Xunta, Juan Maneiro, poco antes de participar en un reunión de la denominada Comisión del Mejillón de Galicia para analizar las alegaciones a la futura Ley de Acuicultura de Galicia. En declaraciones a un grupo de periodistas, la conselleira indicó que su intención en la reunión es "clarificar las dudas" y "analizar las diferentes alegaciones presentadas" por el sector mejillonero.

 

Añadió que su voluntad es proponer una "jornada de trabajo" para "analizar una por una las alegaciones de las diferentes asociaciones". Quintana opinó que "hay miedo a la nueva tendencia en toda la Unión Europea a cultivos para especies multitrópicas", y señaló que en Galicia, el sector "está más preocupado por el desarrollo reglamentario de la ley que por la ley en sí misma". En ese sentido, consideró que, tras clarificar la situación, "podemos llegar a ciertos compromisos" con los profesionales "sin perjudicar al sector".

 

La conselleira rechazó las críticas de que eso suponga "privatizar y dar las playas a chinos" y apostilló: "Lo tomaré como una inocentada". Preguntó si "alguien se puede imaginar una Galicia sin bateas" y destacó que en total hay "más de 3.000 bateas que se dedican al cultivo de mejillón" y que son "privadas".

 

Apuntó que en 2010 "caducaba la inmensa mayoría de los títulos de concesión existentes en ese momento" y precisó que su departamento decidió "prorrogar por veinte años" la licencia, que "ahora pasa a cincuenta años". Agregó que en los parques de cultivo marino de Carril la Xunta se encontró también frente a "más de mil familias" que carecían de "titulo habilitante", por lo que trató de resolver la situación en colaboración de las cofradías.

 

También destacó que en Galicia hay una granja de cultivo de rodaballo que es "sostenible" y que ha puesto como ejemplo de que "se puede hacer acuicultura sin contaminar". Aseguró que la Xunta pretende, con la nueva legislación, poner normas para "minimizar el impacto ambiental de la acuicultura" y lanzó así un mensaje de "tranquilidad" al sector.

 

Preguntada acerca de las reivindicaciones del sector de pesca de cerco, que reprocha que no se siente representado en la reunión prevista la próxima semana en Madrid, Quintana dijo estar "sorprendida". "Es el propio sector el que va a la reunión de Madrid", sostuvo Quintana, y enfatizó: "A esa reunión va quien el sector decide, no quien digo yo". Confesó "no entender" las reclamaciones del sector del cerco, con el que afirmó que tuvo una reunión el pasado 22 de diciembre, en la que acordaron facilitar a la Xunta "una relación de barcos con dificultades" porque "no tenían posibilidades de pesca", y precisó que algunas asociaciones "las pasaron y otras no".

 

En base a eso, señaló que la Xunta elaborará un estudio para fijar un "suelo mínimo de posibilidades de pesca para las especies que hoy en día son su fuerte, con es el jurel. Hay barcos que antes se dedicaban más a la sardina y que no tienen declaración de jurel y eso fue lo que quedamos en arreglar pero para ello necesitábamos que nos pasaran el listado de esa flota", comentó. Concluyó que ya dispone de esa lista, por lo que expresó su esperanza de resolver ahora la situación para la flota de cerco.

Mar analiza alegaciones de mejilloneros a la Ley de Acuicultura