jueves. 03.10.2024

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, consideró ayer el proceso participativo del 9N como un "éxito total", mientras que el Gobierno señaló que la jornada fue un "simulacro estéril". La Generalitat ha cifrado en 2.250.000 el número de personas que participaron ayer en el 9N, un 80,72 % de las cuales han apoyado la independencia de Cataluña, una vez recontado el 88,4 % de los puntos de participación de un proceso que ha podido celebrarse al rechazar los jueces retirar las urnas.

 

Con el 88,44 de las puntos de participación contabilizados hasta ahora, lo que equivale a 2.043.226 participantes, han apoyado la independencia 1.649.239 personas, el 80,72 % del total. Asimismo, han apoyado que Cataluña sea un Estado, pero no independiente, 206.599 personas -el 10,11 %-, mientras que los que han votado en contra de que Cataluña sea un Estado constituyen el 4,55 % de los participantes, un total de 92.939. Mas valoró que el 9N ha sido "una lección de democracia en mayúsculas", en una cita que ha servido para demostrar que "Cataluña quiere gobernarse ella misma".

 

El Gobierno no ha otorgado fiabilidad alguna a las cifras de participación aportadas por la Generalitat, pero subraya que esos datos reflejan que la gran mayoría de catalanes, dos tercios en concreto, no ha querido participar en una "farsa", han señalado fuentes del Ejecutivo. En una jornada que se desarrolló con normalidad en la participación salvo algunas incidencias puntuales, los jueces de guardia de varios municipios han decidido no ordenar la retirada de urnas en los locales públicos, como pedían partidos como UPyD, contra este proceso participativo, suspendido por el Tribunal Constitucional tras la impugnación del Gobierno.

 

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado esta noche que el proceso participativo de ayer es un "simulacro inútil y estéril" que carece de cualquier tipo de validez democrática y sólo ha servido para "exacerbar" la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas. Acusó a Mas de promover el 9N para "ocultar su fracaso" de no haber podido celebrar la verdadera consulta, y ha recordado que la Fiscalía recaba datos para ver si existen responsabilidades penales y, de ser así, actuar en los próximos días.

 

El presidente catalán se ha erigido en el "responsable" del proceso participativo de ayer pese a la suspensión del TC y ante lo que considera "intimidaciones" de la Fiscalía. Ante estas palabras, fuentes del Gobierno han estimado que el comportamiento del presidente de la Generalitat durante la jornada "dificulta mucho el futuro". Mas adelantó anoche que el próximo martes comparecerá públicamente "para explicar cuáles tienen que ser los siguientes pasos" a seguir a partir de ahora. La jornada ha discurrido con normalidad salvo alguna incidencia aislada, después de que la Fiscalía pidiese el sábado a los Mossos identificar a los responsables de la apertura de locales.

 

Pese a ello, los Mossos no han previsto hacer identificaciones en los puntos de votación, ni de voluntarios, ni de directores de instituto, pues es Mas quien se ha responsabilizado del operativo. Los 1.317 locales habilitados para el 9N han abierto con "absoluta normalidad", según la Generalitat, sobre las 09.00 horas para que se constituyeran las 6.695 mesas de participación previstas en un proceso en el que han podido votar los catalanes mayores de 16 años hasta las 20.00 horas.

 

La jornada no es comparable a cualquier otra votación registrada en Cataluña puesto que líderes políticos como Oriol Junqueras (ERC) y Francesc Homs (CiU) han presidido mesas; en los colegios se ha exhibido simbología política, se han registrado votos fuera de horario de cierre, no había censo previo y los medios informaban desde los puntos de votación, incluso durante el recuento. Además, aunque en las papeletas de votación se exponía a los ciudadanos una doble pregunta -si quieren que Cataluña sea un Estado y, en caso afirmativo, si éste debía ser independiente-, los ciudadanos podían aportar otras propuestas.

Mas considera "éxito total" el 9N, que el Gobierno ve un "simulacro estéril"