El pasado 29 de mayo, en la sala 20 del Museo del Orsay de París se produjo una performance muy particular. La artista luxemburguesa Deborah de Robertis decidió realizar una polémica presentación al sentarse frente al cuadro de Gustave Courbet, “El origen del mundo” y dejar al descubierto su sexo. “El origen del mundo”, es una de las obras más controvertidas de la Historia del Arte. En él se reproduce un sexo femenino en primer plano.
Sin autorización del Museo de Orsay, la artista, enfundada en un vestido de lentejuelas llegó, y con música de fondo, se sentó en el suelo con las piernas abiertas, exponiendo sus genitales.
Con el público que recorría el museo en ese momento sorprendido y dividido a favor y en contra, el guardia de sala la obligó a retirarse, a lo que ella se negó y terminó detenida y liberada al poco tiempo sin más trámites.
