Tomar un café en Galicia ya no cuesta lo mismo que hace un año. El precio de esta bebida tan popular ha experimentado una subida generalizada de entre 10 y 20 céntimos, tanto en supermercados como en bares y cafeterías, alcanzando niveles que no se recordaban en el sector.
Los expertos coinciden en que esta escalada de precios responde a una combinación de factores que afectan a toda la cadena de producción y distribución del café. La caída de la producción en países clave como Brasil o Vietnam, las dificultades logísticas globales —como los recientes problemas en el Canal de Suez— y el aumento de la especulación en los mercados internacionales han disparado el coste de la materia prima.
En concreto, Brasil, el principal productor mundial de café arábica, atraviesa la peor sequía en siete décadas, mientras que Vietnam, líder en la variedad robusta, se enfrenta a importantes inundaciones. Estas condiciones climáticas adversas han reducido drásticamente las cosechas, lo que ha repercutido de forma directa en los precios.
A esto se suma el impacto del transporte internacional. El encarecimiento de los envíos, los retrasos en los puertos y los colapsos en rutas estratégicas han generado más presión sobre el mercado, encareciendo aún más cada kilo de café que llega a Europa.
Aunque algunas cafeterías gallegas intentan mantener los precios ajustados, confiando en el aumento de clientela para compensar, muchas otras se han visto obligadas a repercutir parte del aumento en el precio final del café. Esto ha provocado que una taza de café solo o con leche cueste ya entre 1,20 € y 1,80 € en terraza, dependiendo del local y su ubicación.
En paralelo, los torrefactores también sufren el impacto del encarecimiento del café verde, y advierten de que la tendencia al alza podría continuar en los próximos meses, si no se estabilizan las condiciones climáticas y logísticas.
Aunque Galicia sigue teniendo precios más moderados en comparación con grandes ciudades, tomar un café fuera de casa empieza a ser un pequeño lujo para muchos. Y con la previsión de nuevas subidas, todo apunta a que el café seguirá siendo noticia.