Viajar en tren en Galicia se ha convertido en un desafío para muchos usuarios. La creciente demanda de plazas, impulsada por la gratuidad de los billetes en ciertos trayectos desde 2022, ha generado un importante desequilibrio entre la oferta y la demanda. Esto ha llevado a que tanto los viajeros frecuentes como los esporádicos se enfrenten a dificultades crecientes para comprar billetes, ya sea con antelación, en el último minuto, por Internet o en las estaciones.
La frase "no hay billetes" es la que más se escucha entre los pasajeros que dependen del tren para sus desplazamientos. La situación ha llegado a un punto en el que muchos usuarios aseguran que deben reajustar sus agendas diarias en función de las pocas plazas disponibles. Las quejas sobre la dificultad para acceder a los billetes se multiplican, y la sensación de frustración es palpable.
Uno de los factores detrás de esta problemática es el aumento exponencial en el número de viajeros tras la introducción de la gratuidad en determinados trayectos. Al parecer, a partir de la gratuidad, la demanda de plazas se disparó, duplicándose en apenas un año. Durante 2023, más de 7 millones de usuarios viajaron en tren en Galicia, pero Renfe no ha incrementado la oferta de asientos, que actualmente supera las 100.000 plazas semanales.
Además, la situación se ha visto agravada por la reducción de frecuencias que no se han recuperado desde la pandemia. Plazas clave, como las que conectan Vigo, Pontevedra y Ourense, han visto recortadas varias frecuencias semanales, lo que limita aún más las opciones de los usuarios. A esto se suma la desaparición de los servicios de doble composición, en los que dos trenes se unían para aumentar la capacidad. Por ejemplo, el tren que partía a las 9:00 desde A Coruña hacia Vigo, antes contaba con ocho vagones, pero ahora solo dispone de cuatro, lo que provoca la venta rápida de todas las plazas disponibles.
Los usuarios reclaman soluciones inmediatas a Renfe y al Gobierno, señalando que la falta de plazas y las dificultades para comprar billetes no solo afectan a su vida cotidiana, sino que también suponen un obstáculo para el turismo y el desarrollo económico de la región. A pesar del crecimiento en la demanda, la oferta de trenes no se ha adaptado al incremento de usuarios, dejando a muchos pasajeros sin alternativas viables.
El déficit de trabajadores en el sector ferroviario es otro de los factores que empeora la situación, ya que limita la capacidad de respuesta ante la creciente demanda. Mientras tanto, los viajeros siguen esperando que las autoridades tomen medidas para mejorar un servicio que, si bien ha ganado popularidad gracias a las bonificaciones, está lejos de satisfacer las necesidades reales de los gallegos.