viernes. 19.04.2024

"Lo relevante no es lo que se golpea, sino a quién se golpea". Con esta frase, Resistencia Galega anunciaba hace ahora diez años el inicio de sus acciones. Y aunque no actúa desde hace más de nueve meses, la organización, "muy tocada" por las operaciones policiales, sigue viva y con capacidad para atentar.

 

Fue el 20 de julio de 2005 cuando Resistencia, heredera del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive, publicó en internet su manifiesto fundacional. Desde entonces, se han sucedido más de una treintena de atentados que el grupo terrorista ha dirigido contra sedes de partidos políticos, instituciones públicas, oficinas bancarias, empresas, etc, sin que haya habido muertos.

 

Sin embargo, desde octubre del año pasado, tras la colocación de un potente artefacto en la entrada del Ayuntamiento de Baralla (Lugo), no ha vuelto a atentar, lo que no quiere decir, según subrayan a Efe fuentes de la Guardia Civil, que no esté en disposición de volver a actuar, toda vez que su estructura directiva está "prácticamente intacta".

 

¿Quién dirige la organización? Las fuentes consultadas tienen claro que la "cabeza" de Resistencia Galega sigue siendo Antón García Matos, alias "Toninho", el líder "indiscutible" de este grupo terrorista, en la clandestinidad desde 2006 y quien, junto a su pareja Asunción Losada Camba, da órdenes a los miembros de la organización, probablemente desde algún lugar de Portugal donde estaría residiendo con documentación falsa, cobertura y financiación.

 

Una decena de miembros de Resistencia Galega están ya entre rejas, mientras que un número indeterminado de "legales" (no fichados) -algunas fuentes policiales lo cifran en poco más de una docena- completarían el "organigrama" de la banda. Prueba de que la organización cuenta con activistas es que, por ejemplo, aún no ha podido ser arrestada la persona encargada de confeccionar los artefactos, perfectamente preparados para ser utilizados, que la Guardia Civil halló en un zulo tras la detención del autor material de la colocación del explosivo de Baralla.

 

Y son diez años de vida en total en los que, según los investigadores del Instituto Armado, Resistencia Galega ha evolucionado técnicamente en la confección de artefactos, "cada vez más complejos y potentes", así como en el uso de las medidas de seguridad que ofrece la informática para mantener los contactos entre sus miembros y evitar que las comunicaciones sean interceptadas. En esa evolución, se observa que la organización ha optado por cometer menos acciones pero "más selectas" y de "mayor envergadura".

 

Es decir, ha renunciado a la cantidad en favor de la "calidad" de los atentados. No obstante, dicen las fuentes, esta evolución técnica no ha ido acompañada de una evolución en el incremento de sus bases de apoyo, cada vez más disminuidas al comprobar los resultados de la acción policial, que ha dejado a Resistencia Galega "muy tocada", y por las consecuencias penales que conlleva formar parte de una organización terrorista.

 

Como subrayan a Efe las fuentes consultadas, la sentencia del Tribunal Supremo de abril de 2014 que, por primera vez, consideró a Resistencia Galega una organización terrorista, ha marcado un antes y un después, tanto en la estrategia de la banda como en su efecto llamada sobre las bases de apoyo.

 

Tanto los golpes que le ha asestado la Policía Nacional como la Guardia Civil, así como los informes periciales de inteligencia del Instituto Armado, acompañados del trabajo de apoyo, coordinación y dirección que en ese sentido llevó a cabo la Fiscalía de la Audiencia Nacional, sirvieron al Supremo para declarar a Resistencia Galega como organización terrorista. Apenas tres meses después de la sentencia, y una vez más en el mes de julio en vísperas del Día de la Patria, "Toninho", consciente de la repercusión del fallo, se vio obligado a arengar a sus seguidores en un vídeo que resumió en una consigna: "La lucha de la resistencia es la lucha armada".

 

En cualquier caso, las fuentes tienen claro que la sentencia ha supuesto el mejor efecto disuasorio contra el "efecto llamada" a la hora de reclutar adeptos a la causa, sobre todo activistas, toda vez que las acciones que potencialmente pudieran cometer estarían más castigadas al tratarse de actos de terrorismo.

 

Aún así, todavía hay cantera, procedente, además, del entorno universitario en muchos casos (uno de los detenidos y en prisión es licenciado en Ciencias Políticas y cuenta con un máster). Y eso que uno de los "yacimientos" de esa posible cantera, según algunos expertos, ya se disolvió: la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI).

 

Resistencia Galega no cuenta en su historial con delitos de sangre, aunque algunos de sus artefactos han sido muy potentes y se han colocado en lugares de paso de coches y personas. Un atentado con muertes o heridos no sería bien acogido por la base social que apoya a la organización, rematan las fuentes, antes de augurar para su desaparición en un futuro próximo.

Resistencia Galega, muy tocada, "resiste" tras diez años de vida