Un grupo de familiares de las víctimas de la catástrofe aérea del avión de Germanwings viajará en las próximas horas a la zona del siniestro en los Alpes, según ha informado a Efe la compañía alemana. Las mismas fuentes han indicado que este grupo de familiares, del que no se ha facilitado el número, se desplazará probablemente en autocar o en tren hasta el lugar del siniestro.
Ayer regresó a Barcelona en autobús otro grupo de familias que había acudido hasta Seyne-les-Alps tras conocerse el suceso para rendir homenaje a sus allegados fallecidos. Estas familias fueron recibidas en el hotel Rey Don Jaime de Castelldefels, donde se ubica el centro de atención a los afectados y donde se han alojado algunos de ellos.
Varios de los allegados decidieron volver ayer a sus casas, mientras que otros continúan en el establecimiento a la espera de nuevas noticias. A las puertas del hotel se mantiene esta mañana el operativo de seguridad diseñado para salvaguardar la intimidad de las personas que se hospedan y que, según la compañía Lufthansa, se mantendrá durante el tiempo que las familias lo requieran.
Por ello, las fuerzas de seguridad que controlan la zona han pedido a los medios de comunicación que se han interesado por el suceso que respeten al máximo este deseo de las familias. Las familias que abandonan el hotel para volver a sus domicilios se llevan un número de teléfono al que pueden recurrir durante todo el día para recibir asistencia médica o psicológica.
A lo largo del día de ayer ya abandonaron el hotel la mitad de las familias catalanas de las víctimas y continúan hospedadas las que se han trasladado de diversos puntos de España, como Murcia o Santiago de Compostela. El exempleado de la firma gallega Inditex Josep Sabaté Casellas, que esperaba el nacimiento inminente de cuarto hijo, es una de las víctimas y mantenía su residencia en A Coruña, donde viven su mujer y sus tres hijos. En su estancia en el equipamiento, los familiares están asistidos por personal médico y psicólogos.