martes. 03.12.2024

Un joven de Chantada, José Antonio N.R, ha aceptado este miércoles una pena de siete años y diez meses de cárcel por distribuir pornografía infantil a través de las redes sociales y del servicio de mensajería Whatsapp, así como por maltratar “brutalmente” a crías de gato y a conejos, para grabarlo y luego difundir esas imágenes.

 

Inicialmente, el Ministerio Fiscal solicitaba para el acusado, que reconoció todos los hechos que se le imputaban en el juicio que tuvo lugar esta mañana en la Audiencia Provincial de Lugo, una pena de 13 años y medio de cárcel, además de otros diez años de libertad vigilada. Sin embargo, gracias al acuerdo de conformidad entre la defensa y la acusación pública, dado que el acusado reconoció los hechos, el fiscal pidió una pena de seis años de cárcel por el delito de distribución y posesión de pornografía infantil, otros diez años de libertad vigilada y la prohibición para desempeñar ningún tipo de profesión relacionada con menores de edad durante 11 años.

 

Por el maltrato animal, el fiscal solicitó que se le impongan al acusado 22 meses de cárcel. El abogado de la defensa, José Manuel Núñez Torrón, explicó que “después de muchas entrevistas con el Ministerio fiscal, conseguimos que no se contemplasen dos circunstancias agravantes relacionadas con el primero de los delitos, que es el de distribución de pornografía infantil, de ahí que se redujese la petición de pena inicial”. Con respecto a la situación de su cliente, recordó que lleva “en prisión dos años y medio”, de modo que le quedarían por cumplir otros “cinco años y seis meses” de reclusión.

 

Los hechos juzgados se remontan al 27 de enero de 2016, cuando el acusado supuestamente difundió a través de Facebook tres vídeos de naturaleza sexual que mostraba a un niño menor de dos años y una adolescente. Posteriormente, el 13 de febrero de ese mismo año, difundió 45 vídeos de pornografía infantil en un grupo “dedicado principalmente a la difusión de archivos de contenido pedófilo”, que estaba integrado en ese momento por 257 individuos de distintas nacionalidades. En todos esos vídeos, precisa el ministerio fiscal, podía verse a un “gran número de menores” que llevaban a cabo “actos de naturaleza sexual” de forma “explícita” con adultos. El día 3 de mayo de 2017, agentes de la Guardia Civil registraron el domicilio del acusado, en el municipio lucense de Chantada, donde intervinieron un móvil en cuya memoria había almacenados “multitud de vídeos de maltrato animal de extrema brutalidad -alguno de ellos elaborado por el procesado-, zoofilia, gore, necrofilia, violaciones, asesinatos, mutilaciones, pornografía infantil y agresiones a menores”. En un ordenador portátil, los agentes también encontraron “numerosos vídeos de maltrato animal extremo y una multitud de vídeos de pornografía infantil”. Además, en un disco duro extraíble hallaron también “vídeos de maltrato animal de extrema brutalidad”, alguno de los cuales había sido grabado por el procesado, y más archivos de pornografía infantil y actos violentos de gran dureza. Gracias al análisis del material incautado, los encargados de la investigación pudieron comprobar que en diciembre de 2015 el acusado, supuestamente en su casa de Chantada, maltrató hasta la muerte a varias crías de gato de su propiedad, a las que golpeó, aplastó y destripó “con gran ensañamiento”, para después “masturbarse delante de los restos de los animales” y luego “distribuir los vídeos” por Internet. De acuerdo con el Ministerio fiscal, hizo algo parecido el 25 de marzo de 2016 y en otra fecha no concretada antes de que la Guardia Civil registrase su casa, aunque en este último caso utilizó conejos para ejercer sobre ellos “un maltrato de extrema brutalidad” hasta provocarles la muerte. El acusado se encuentra en prisión provisional desde el 4 de mayo de 2017, acusado de un delito continuado de distribución y posesión de pornografía infantil y un delito continuado de maltrato injustificado a animales domésticos con “ensañamiento” y muerte.

Acepta siete años de cárcel por pornografía infantil y maltrato animal