El juicio que iba a celebrarse esta mañana en la Audiencia Provincial de Lugo contra cinco personas acusadas del robo y de la detención ilegal de dos niñas menores de edad en el piso que compartían con su madre, quedó finalmente aplazado ante la ausencia de varios testigos importantes para el desarrollo de la vista.
Los hechos que, que serán juzgados el próximo lunes -16 de marzo-, sucedieron en julio de 2010, cuando tres de los acusados, todos sudamericanos y sin residencia legal en España, se desplazaron desde Madrid para perpetrar el robo y, una vez en Lugo, contactaron con los otros dos imputados para ejecutarlo. Según el escrito de acusación del ministerio fiscal, al que EFE ha tenido acceso, los acusados, entre los que se encontraba la expareja de la víctima, planearon el robo en el piso de la mujer, ubicado en la Avenida da Coruña, porque "tenían conocimiento de que su propietaria iba a realizar el traspaso de un bar" e "iba a cobrar una cantidad importante de dinero".
Además, sostiene el ministerio público, también sabían que "en la vivienda tenía joyas". Siempre según la versión del fiscal, el 17 de julio de 2010, en torno a la una del mediodía, forzaron la puerta de la vivienda y se encontraron en su interior con las dos hijas menores de la víctima, que entonces tenían 10 y 3 años de edad. Las dos menores fueron retenidas en la habitación de la madre y a la mayor le sacaron las gafas, le ataron los brazos con un cargador de teléfono y los pies con un cinturón y le taparon la cabeza con una sábana, para evitar que pudiera reconocerlos. A la niña mayor también le preguntaron en repetidas ocasiones por la "plata", pero al no encontrar el dinero, se dedicaron a "revolver toda la casa" y se hicieron con un botín compuesto por más de medio centenar de joyas y 3.000 euros en efectivo. Tres de los acusados, dos hombres -entre ellos la expareja de la víctima- y una mujer, fueron interceptados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en un peaje de la A-6 en Madrid.
Los otros dos, que huyeron a bordo de otro coche, fueron interceptados por la Policía en el área de servicio de Villacastin. Finalmente, según informaron a EFE fuentes jurídicas, en el banquillo de los acusados sólo se sentarán el próximo lunes dos de los acusados, María Lucelly O.A y Antonio Manuel D.S.M, dado que otros dos imputados ya han sido expulsados del país y un tercero, la expareja de la víctima, está "en rebeldía" y se desconoce su paradero. Se enfrentan a una posible pena de 13 años y medio de cárcel por los delitos de robo con violencia y dos delitos de detención ilegal.
