El Juzgado de Instrucción número 1 de Viveiro (Lugo) ha comenzado este viernes a tomar declaración a las mujeres afectadas por las grabaciones de A Maruxaina, una popular fiesta en la que más de ochenta mujeres fueron grabadas mientras orinaban y algunas practicando sexo, unas imágenes que posteriormente aparecieron en páginas web pornográficas.
De este modo se reanuda la causa después de que la Audiencia Provincial ordenase la reapertura del caso, que había sido archivado provisionalmente, para investigar quién fue el responsable de la captación de esas imágenes.
Según ha informado a EFE el abogado que representa a una de las afectadas y a la Asociación de Mulleres en Igualdade de Burela (Bumei), José Manuel Oliveros, está previsto que hoy presten declaración, dentro de la instrucción del caso, diecisiete de las afectadas.
En todo caso, la comparecencia de las más de ochenta denunciantes ante el juez se prolongará hasta el mes de abril, con toma de declaraciones también en febrero y marzo.
El juzgado que se hizo cargo del caso decretó inicialmente el sobreseimiento provisional de la causa en marzo de 2021. En septiembre de ese año ratificaba esa decisión, en respuesta a los recursos presentados, lo que llevó a la Asociación de Mulleres en Igualdade de Burela (Bumei) a apelar ante la Audiencia Provincial de Lugo.
La propia Audiencia ordenó a mediados de noviembre la reapertura de la investigación sobre las ocho decenas de mujeres que fueron grabadas mientras orinaban en ese callejón de San Cibrao durante la celebración de la fiesta de A Maruxaina en el verano de 2019.
Los magistrados concluían en un auto que se vio comprometida “la intimidad de un grupo de mujeres” y, en el mismo, ordenaban que se reiniciasen las investigaciones para determinar “quién y cómo realizó las grabaciones”.
Además, este caso se ha visto agravado por la aparición de nuevos vídeos en los que se ven a parejas practicando sexo en la playa de esta localidad mariñana durante la noche, unas imágenes que aparecen relacionadas en páginas pornográficas con otras grabadas en la fiesta de El Xiringüelo, una romería multitudinaria en la localidad asturiana de Pravia.
En todos los casos, las grabaciones tienen una característica común, la utilización de equipos de alta tecnología que, incluso en condiciones de muy escasa visibilidad, son capaces de captar imágenes de buena calidad en las que aparecen personas que se creían amparadas por la oscuridad de la noche.
Esas nuevas imágenes se han incorporado al sumario del caso, en el que ya constaban aquellas que provocaron en su momento la denuncia inicial de varias perjudicadas.
Y es que diversas cámaras, colocadas de forma estratégica en el callejón durante la celebración de A Maruxaina, una fiesta popular que congrega cada año a miles de personas en San Cibrao (Cervo), captaron imágenes de decenas mujeres mientras hacían sus necesidades y, parte de las mismas, fueron difundidas a través de páginas pornográficas en Internet.
La presidenta de Bumei, María del Mar Fraga, explicaba a EFE que “no se puede justificar un delito como este, que atenta contra el honor y la propia imagen de las mujeres, en el hecho de que haya sido perpetrado en la vía pública”.
Desde su punto de vista, lo que ha sucedido es "humillante" para las mujeres afectadas, porque “no se puede dejar un delito impune por el hecho de que las imágenes hayan sido grabadas en una vía pública”, porque la calle “es de todos” y “todos tenemos nuestros derechos y nuestros deberes”.
“No puede quedar impune, porque puede animar a otras personas a realizar hechos similares o de consecuencias incluso peores”, zanjó.