23 de septiembre de 2022, 14:30
La Policía Local de Lugo persiguió la pasada madrugada por varias calles de la ciudad a un conductor ebrio que hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes, intentó escapar a toda velocidad, se negó a ser sometido a la prueba de alcoholemia y se encaró con ellos, hasta el punto de que tuvieron que inmovilizarlo y acabó detenido.
Según la información facilitada por la Policía Local, los hechos sucedieron sobre las 04:25 horas de la pasada madrugada, cuando una patrulla camuflada del Grupo Operativo Nocturno vio como un vehículo arrancó de un semáforo a toda velocidad, hasta el punto de que hizo derrapar las ruedas.
A pesar de que dieron el alto y de las señales de los agentes, el conductor hizo caso omiso a esas indicaciones y trató de huir “a gran velocidad” por varias calles, hasta que fue interceptado en la Avenida Adolfo Suárez, en el barrio del Sagrado Corazón.
Cuando consiguieron que detuviese su marcha, los agentes comprobaron que el conductor presentaba síntomas muy evidentes de haber bebido, además de despedir un fuerte olor a alcohol.
En todo momento, el conductor intentó evitar la realización de la prueba de alcoholemia y, aunque llegó a ponerse en los labios la boquilla del etilómetro, se negó a soplar.
Al ser informado de que iba a ser trasladado a dependencias policiales, se negó a bajarse del vehículo y presentó “una gran resistencia”, de modo que los agentes se vieron obligados a inmovilizarlo.
Fue detenido por un delito de desobediencia y resistencia grave a agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, además de ser denunciado por negarse a ser sometido a la prueba de alcoholemia.
El conductor se negó a ser sometido a un reconocimiento en un centro médico, por lo que fue trasladado a dependencias policiales, donde se instruyen diligencias para el juzgado de guardia.
Según la información facilitada por la Policía Local, los hechos sucedieron sobre las 04:25 horas de la pasada madrugada, cuando una patrulla camuflada del Grupo Operativo Nocturno vio como un vehículo arrancó de un semáforo a toda velocidad, hasta el punto de que hizo derrapar las ruedas.
A pesar de que dieron el alto y de las señales de los agentes, el conductor hizo caso omiso a esas indicaciones y trató de huir “a gran velocidad” por varias calles, hasta que fue interceptado en la Avenida Adolfo Suárez, en el barrio del Sagrado Corazón.
Cuando consiguieron que detuviese su marcha, los agentes comprobaron que el conductor presentaba síntomas muy evidentes de haber bebido, además de despedir un fuerte olor a alcohol.
En todo momento, el conductor intentó evitar la realización de la prueba de alcoholemia y, aunque llegó a ponerse en los labios la boquilla del etilómetro, se negó a soplar.
Al ser informado de que iba a ser trasladado a dependencias policiales, se negó a bajarse del vehículo y presentó “una gran resistencia”, de modo que los agentes se vieron obligados a inmovilizarlo.
Fue detenido por un delito de desobediencia y resistencia grave a agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, además de ser denunciado por negarse a ser sometido a la prueba de alcoholemia.
El conductor se negó a ser sometido a un reconocimiento en un centro médico, por lo que fue trasladado a dependencias policiales, donde se instruyen diligencias para el juzgado de guardia.