La denominada "Operación Pulpo", instrucción judicial que ha descabalgado al investigado José Ramón Gómez Besteiro del liderazgo del PSdeG, es solamente una de las muchas que tiene abiertas la jueza Pilar de Lara, que se ocupa también de otras causas muy mediáticas, como pasa con la "Pokemon". Una enorme capacidad de trabajo, esa es la cualidad que destacan de la magistrada nacida en Cartagena en 1971 y que opera en Galicia todos aquellos que han podido conocerla y cuentan que esta condición es la que hace que nunca desfallezca y que ni siquiera dé "muestras" visibles de agotamiento.
En el juzgado de instrucción número uno de Lugo, que es el que dirige, no son pocas las jornadas maratonianas que se viven, con declaraciones e interrogatorios minuciosos que en ocasiones terminan de madrugada, debido a la meticulosidad con la que ella encara cada uno de los testimonios. Pilar de Lara ha vuelto a los principales titulares por las indagaciones que ha puesto en marcha sobre la persona de Gómez Besteiro, al que achaca la presunta comisión de diez delitos, cuatro en la "Garañón" y otros seis en la "Pulpo".
En esta segunda causa, que ha llevado a Gómez Besteiro al abandono del puesto de secretario general de los socialistas gallegos y a su renuncia a encabezar una hipotética candidatura a la Xunta en las elecciones gallegas de este año, indaga De Lara si este político habría cometido cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude a las administraciones públicas, y de subvenciones, y un delito continuado de malversación de caudales.
Este sumario se abrió motivado por una denuncia de acoso laboral en 2013, la cual derivó en pesquisas sobre la posible existencia de una desviación de fondos públicos en la Diputación de Lugo que Gómez Besteiro presidió, y el foco se situó sobre un programa de visitas turísticas guiadas que recibió el nombre de "KM0". José Ramón Gómez Besteiro se querelló contra De Lara al sentirse vejado por un estado de las cosas que resulta, para él, del todo "esperpéntico", y actuó en tal sentido por medio de un abogado que lo asiste, Javier Sánchez-Vera, que trasladó al Tribunal Superior de Justicia de Galicia que la jueza pudo haber incurrido en un delito de prevaricación judicial.
Estaría éste contemplado en el artículo 446 del Código Penal, el cual fija que cualquier juez o magistrado que, a sabiendas, dictase sentencia o resolución injusta, puede ser castigado con la pena de multa de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por un tiempo de 10 a 20 años cuando dictase una sentencia o resolución injusta.
El desenlace está por ver. De Lara también investiga a Gómez Besteiro en otra causa, la "Garañón", y en ese sumario lo hace por tráfico de influencias, prevaricación, cohecho y por un delito contra la ordenación del territorio. La urbanización de la parcela de "O Garañón", en Lugo, ha generado la mayor polémica urbanística que ha vivido la ciudad en los últimos años. Fue levantada justo al lado del Parque de Rosalía de Castro, el principal pulmón verde, y esto se convirtió en motivo de varios procesos judiciales, distintas manifestaciones e innumerables encontronazos políticos entre partidos.
La magistrada Pilar de Lara abrió, asimismo, más allá de los frentes en los que ha implicado a Gómez Besteiro, las diligencias de lo que más tarde se conoció como Operación Pokemon en el año 2011, pero no fue hasta el verano de 2012 cuando las averiguaciones que estuvo comandando trascendieron públicamente, con la toma de las primeras declaraciones. Trata de destapar una supuesta trama de corrupción en varias administraciones locales montada, presuntamente, con el fin de conseguir contratos y concesiones, y Vendex es la sociedad mercantil situada en el epicentro.
En la lista hay un centenar de investigados, tales como los ex alcaldes de Lugo, Xosé López Orozco; Ourense, Francisco Rodríguez; Santiago, Ángel Currás, y Boqueixón (A Coruña), Adolfo Gacio. Este es uno de los casos que más portadas acaparan, al igual que el que asumió cuando esta jueza llegó a Lugo, la "Operación Carioca", una presumible red de prostitución y corrupción que operaba en la ciudad y en la que fueron implicados miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional, que serían consentidores. "Pulpo", "Pokemon", "Garañón", "Carioca"... Todas se mantienen abiertas y alcanzan una gran repercusión por las personas imputadas.
