La Guardia Civil ha detenido a tres lucenses, con edades comprendidas entre 28 y 46 años de edad, en el marco de Operación Cotoroso, como supuestos autores de 110 robos perpetrados en el interior de vehículos estacionados en las inmediaciones de hospitales como el HULA (Lugo), el CHUS (Santiago de Compostela), el CHUAC (A Coruña) y Polusa (Lugo).
Según informó el instituto armado, los dos cabecillas del grupo, con iniciales A.C.M y S.C.M, son investigados por esos ciento diez robos, mientras que los investigadores del caso han podido acreditar también la participación de J.M.M, hijo del primero, en alguno de esos delitos contra el patrimonio. Los hechos por los que han sido detenidos sucedieron entre noviembre de 2016 y octubre de 2017, meses en los que la Guardia Civil detectó un incremento de robos en el interior de vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones de centros hospitalarios e instalaciones deportivas.
La colaboración ciudadana puso a los investigadores sobre la pista de los posibles autores de los robos, dado que uno de los vehículos en los que se desplazaban para perpetrar los robos fue visto por varios testigos. El trabajo policial permitió comprobar a los investigadores cómo los detenidos, que "no ejercían trabajo ni actividad económica alguna", se dedicaban "día tras días a deambular por los aparcamientos de centros hospitalarios, campos de fútbol, centros deportivos y restaurantes de la provincia de Lugo".
A pesar de las medidas de precaución que adoptaban, en alguna ocasión fueron sorprendidos por testigos, por lo que en los días posteriores se desplazaban a otros lugares, normalmente a las inmediaciones de los hospitales de Santiago y A Coruña. En varias ocasiones, llegaron a "violentar taxis y autobuses para robar su recaudación".
En los registros realizados y en las inspecciones realizadas en tiendas de compraventa de objetos fueron recuperados parte de los objetos robados, que ya fueron devueltos a sus dueños. Entre los objetos recuperados figuran siete teléfonos móviles, varias cadenas de oro, carteras y bolsos. Además de los tres detenidos se investiga por delitos de receptación a otras cinco personas. La investigación fue desarrollada por la Policía Judicial de Lugo y fue coordinada por el Juzgado de Instrucción de Arzúa, que decretó el ingreso en prisión de uno de los detenidos.
