El Ayuntamiento de Lugo ha informado de que este lunes tuvo que movilizar un dispositivo de emergencia debido a que un “árbol de grandes dimensiones”, arrastrado por la crecida del río Miño, quedó atascado entre los arcos del puente romano de la ciudad, con el consecuente peligro para el monumento.
El propio concejal de Medio Rural y teniente de alcalde, Miguel Fernández, supervisó la operación para la retirada del tronco, en la que participaron efectivos de Protección Civil, la Policía Local y personal del parque móvil municipal.
Para retirar el tronco fue necesario incluso utilizar una excavadora del parque móvil.
En declaraciones a los medios de comunicación, Miguel Fernández reconoció que en los últimos días se vivió una situación “complicada” en el municipio de Lugo, porque hacía “muchos años que no se veía una crecida tan importante” como la que se produjo en el río Miño a su paso por el municipio esta semana.
Aunque en las últimas horas se ha producido un “pequeño repunte” del nivel de agua en el río, “no se dan las circunstancias para decretar una nueva alerta”, precisó, aunque sí se mantendrá activado el dispositivo de vigilancia.
Por “precaución”, aclaró, seguirán cerrados también los paseos de los ríos Rato y Miño, así como la zona de O Muíño.
“Las previsiones no son malas. La situación está controlada y en vías de quedar superada”, aseguró el edil.
