viernes. 29.03.2024

El abogado Fernando Osuna, que lleva el caso de un vecino de Vizcaya que ha presentado una reclamación de paternidad en el Juzgado de Vilalba (Lugo) a raíz de la prueba de ADN obtenida en una servilleta, ha informado que su intención es pedir que se repita bajo la tutela de la propia autoridad judicial con los “familiares más cercanos del presunto padre”.

 

Está en juego una herencia de unos dos millones de euros, porque según explicó el propio letrado, “el padre no hizo testamento y todo el patrimonio del padre va al hijo” si en el proceso judicial se demuestra la pretendida paternidad.

 

En cuanto a la prueba de ADN obtenida de una servilleta usada por un supuesto tío del demandante en un local de hostelería, que establece una coincidencia del 99,99%, el letrado precisó que está reconocida por la ley, especialmente si se obtiene a partir de “una cosa sin valor, para una finalidad noble y en sitio público”.

 

Ahora, en base a esa prueba obtenida por un detective privado, “se ha presentado una demanda para que la justicia declare a mi cliente hijo de ese señor, con derecho ya, una vez que salga la sentencia, a usar sus apellidos, a presentarse como su hijo y a reclamar la herencia que le corresponde”, precisó.

 

El proceso, en cualquier caso, llevará su tiempo, porque ahora el juez tiene que “validar la demanda” y, si “no hay ningún problema”, admitirla “a trámite” y enviársela “a los demandados, que en este caso son los familiares más directos del presunto padre”, que tendrán “20 días para presentar alegaciones”.

 

Fernando Osuna precisó que su intención es solicitar “una prueba de ADN delante del juez, para que cite a los familiares más cercanos del padre y se repitan las pruebas”, ya “con todo tipo de garantías legales y formales”. También precisó que si esos familiares se niegan a hacerla, “tendrán una carga negativa muy grande” en su contra y, seguramente, “con un resultado negativo para ellos”, porque la Justicia puede entender que “están ocultando pruebas”.

La saliva de una servilleta, decisiva en una herencia millonaria