El presidente de Lugo Monumental, Luis Latorre, ha expresado el malestar de este colectivo, que agrupa a los negocios del casco histórico de la ciudad, por el estado en el que han aparecido esta mañana varios espacios del recinto amurallado, como las plazas de Do Campo y Pío XII, a causa de los restos del botellón celebrado la pasada noche.
Desde su punto de vista, para acabar con esta práctica, hay que “actuar desde dos frentes distintos de forma simultánea”, por una parte “mediante la apertura del ocio nocturno”, siempre que los locales cumplan “con todos los protocolos y medidas de seguridad” frente al Covid-19 y, por la otra, “sancionando y sancionando” a quienes participan en los botellones.
“No se puede actuar cuando hay cuatrocientas personas, pero sí cuando hay diez. Hay que sancionar y, luego volver más tarde, y sancionar otra vez. Llegará un momento en el que dejarán de hacerlo”, dijo Latorre.
Latorre precisó que Lugo Monumental ha informado de lo sucedido al Ayuntamiento de Lugo y a la Consellería de Sanidad, porque “en este momento, en el que además los botellones están prohibidos por causa de la pandemia”, ambas administraciones “tienen que coordinarse”.
Desde su punto de vista, “no tiene ningún sentido que se cierre o se limite la actividad de los locales de ocio nocturno”, que cumplen los protocolos de seguridad establecidos por las autoridades sanitarias, y se permita, sin embargo, “este tipo de desaguisados”.
“Como esta gente no contempla la posibilidad de quedarse en casa”, dijo Latorre, parece que las restricciones al ocio nocturno lo que hacen es “empujarla al botellón”.
