El abogado Manuel Bermúdez, que se ocupa de la defensa del religioso detenido en Galicia por abusos sexuales y un delito relativo a la prostitución, ha dicho que su cliente no abusó de un joven con discapacidad y sí tuvo relaciones sexuales consentidas con una menor, pero sin pagar.
El supuesto abusador ha ingresado hoy en el penal lucense de Bonxe, en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza, y su abogado ha avanzado a Efe que apelará esta medida decretada para su patrocinado, al que considera inocente de todo cuanto se le acusa. El letrado ha señalado que su cliente rechaza cualquier tipo de relación con el varón joven, que presenta una discapacidad, ha precisado este abogado, "del cuarenta por ciento". La investigación, según él, comenzó a través de "rumores" en O Cebreiro, pero éstos "no tienen fundamento alguno".
En lo referente al delito de prostitución, Bermúdez ha relatado que el franciscano sí admite "haber tenido relaciones consentidas" con una menor de 17 años, pero también explica que en ningún momento existió un "intercambio económico por ellas", en contra de lo que sostiene el Ministerio Fiscal. Según lo indicado por la defensa, la joven mantiene la versión del religioso, pero todavía está pendiente la diligencia de su declaración en sede judicial, que "aún no tiene fecha".
El religioso supone que esta situación derivará en su "expulsión" de la orden a la que pertenece y su abogado ha comentado que pide perdón por su "torpeza" y, además, por las repercusiones que pudiesen tener sus comportamientos en la comunidad franciscana. El religioso ha pasado este miércoles a disposición del juzgado de instrucción de Becerreá (Lugo) y fuentes jurídicas han señalado que se le imputa algún delito más, que no han especificado, pero no relacionado con la libertad sexual.
El Obispado de Lugo ha señalado en un comunicado que la noticia que ha "recibido" se refiere a un "hermano franciscano de la comunidad de O Cebreiro", que fue denunciado "directamente ante la Guardia Civil". Agrega que antes de su detención no se había recibido "ninguna clase de denuncia o aviso sobre las presuntas actuaciones que se le imputan" y acerca de las que se guarda una especial discreción, por las circunstancias de la víctima. El Obispado explica que el detenido, que residía en la comunidad franciscana instalada en Pedrafita do Cebreiro, no es sacerdote y no tenía encomendado ningún oficio eclesiástico por la Diócesis de Lugo.
No obstante, ante la presunta gravedad de los hechos, se ha prohibido, de manera cautelar, su presencia en las parroquias, así como cualquier otro tipo de colaboración pastoral en el territorio diocesano. La dirección religiosa ha expresado su dolor, pesar y repulsa por los supuestos hechos, pendientes de ser confirmados. El Obispado se ha puesto a disposición de las autoridades y ha expresado su respeto por la actuación de la Justicia, para un "rápido y completo esclarecimiento de los hechos", consciente también del derecho a la presunción de inocencia.
La Provincia Franciscana de Santiago ha señalado que el lunes 23 de febrero se recibió la información del arresto por unos hechos que han causado "gran perplejidad, dolor y consternación" en el seno de estas fraternidades. Así, en una comunicación han mostrado su "pesar y rechazo" ante unas circunstancias, que confirmarán las investigaciones, y que son si cabe "más intensas" por la condición religiosa del imputado. En un comunicado, la secretaría provincial se pone a disposición de la parte afectada para ofrecer ayuda y colaboración y expresa su confianza en la actuación de los órganos judiciales, así como la más "sincera disponibilidad" a la colaboración con los mismos en la medida que así se requiera.