Agentes del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) de Portugal denunciaron hoy que el tráfico de personas es mucho más elevado de lo que muestran los números oficiales y que en algunos casos, especialmente en fincas agrÃcolas, la situación está "fuera de control".
"Si multiplicásemos por veinte el número de casos de tráfico de seres humanos que se ven en los informes oficiales, todavÃa serÃa poco para retratar la realidad que se siente en el terreno", dijo el presidente del sindicato de Carrera de Investigación y Fiscalización del SEF, Acácio Pereira. Pereira aseguró que los inspectores de este cuerpo observan situaciones "próximas a una inaceptable esclavitud del siglo XXI" y que la situación en las zonas agrÃcolas de la región del Alentejo, en el centro del paÃs, "está fuera de control".
El motivo, agregó, es la "falta de capacidad de SEF para fiscalizar la abrumadora mayorÃa de las fincas en las que trabajadores ilegales son vÃctimas de abusos", por lo que insistió en la necesidad de aumentar el número de inspectores dedicados a esta tarea. Según los datos oficiales, en 2017 se abrieron veinte investigaciones por el delito de tráfico de seres humanos, un número que Pereira consideró "ridÃculo". "Tenemos noción de que hay miles de abusos, todos los meses, por no decir todos los dÃas", aseveró.
La mayorÃa de estos trabajadores ilegales proceden de paÃses del sur de Asia, Europa del Este y Brasil, afirman estos expertos, que han llamado también la atención sobre el tráfico de menores. "Portugal ha empezado a ser usado como nueva ruta para el tráfico de niños, sobre todo africanos. (...) Portugal funciona como puerta de entrada al espacio Schengen y el destino final son paÃses del centro de Europa", apuntó Pereira. Por eso, también pidió aumentar los agentes que participan en este dispositivo, de forma que "la mayor parte de este tráfico no siga escapando a nuestro control".