Un avión comercial con 64 personas a bordo ha chocado este miércoles por la noche con un helicóptero militar Black Hawk en Washington DC, provocando la caída de ambas aeronaves al río Potomac. Según fuentes oficiales citadas por medios estadounidenses, hay víctimas mortales, aunque las autoridades aún no han precisado el número exacto de fallecidos.
El vuelo comercial, operado por PSA Airlines para la alianza regional American Eagle de American Airlines, cubría la ruta Wichita-Washington y se preparaba para aterrizar en el aeropuerto Reagan cuando se produjo la colisión. La explosión generada tras el impacto fue captada por cámaras de seguridad del Centro Kennedy, y restos del avión quedaron esparcidos por el agua.
The chances of a Blackhawk, with anti collision and high tech infrastructure on board, crashing head on; into a passenger plane at the world’s most secure airport is very slim.
— Maurice (@maurice_lippy) January 30, 2025
What just happened in Washington DC? pic.twitter.com/eZJQbT4fSQ
El helicóptero militar, un Sikorsky H-60 Black Hawk, llevaba tres militares a bordo y realizaba un vuelo de entrenamiento desde Fort Belvoir, Virginia.
Operación de rescate y condiciones extremas
Las primeras alertas del siniestro llegaron apenas un minuto después de la colisión, y los equipos de emergencia llegaron al río Potomac en menos de diez minutos. En la operación participan más de 300 efectivos, incluidos rescatistas de la capital y estados vecinos.
Las tareas de búsqueda son especialmente difíciles debido a las fuertes corrientes, las bajas temperaturas y la presencia de hielo en el agua. Según las autoridades, la exposición prolongada al frío extremo reduce significativamente las probabilidades de supervivencia.
El Ejército y el Pentágono han anunciado una investigación oficial para esclarecer las causas del accidente.