Sindicatos, empresarios, asociaciones y alcaldes de Portugal y España se concentraron hoy en el punto fronterizo de Vilar Formoso -que limita con la parte española de Salamanca- para exigir al Gobierno luso la eliminación de los peajes en las autovías A-23 y A-25, en el centro del país.
El objetivo de la protesta, convocada por la Plataforma para la Recuperación de las SCUTS (autopistas sin peaje), fue la eliminación de las tasas que cobra el Gobierno portugués en la autovía que va desde la frontera de Vilar Formoso hasta Lisboa y la que une Guarda (a 35 kilómetros de la frontera de Vilar Formoso) con la costa de Aveiro. El secretario regional de Comisiones Obreras (CCOO) en Castilla y León (España), Vicente Andrés, aseguró que "este telepeaje está provocando la pérdida de competitividad a esta zona", ubicada en el interior de Portugal.
"El peaje en estas autovías recarga a las empresas en sus productos finales con costes adiciones que le restan competitividad con el resto de empresas", dijo. "Los trabajadores tienen que pagar todos los días por ir a trabajar y eso les resta su salario", concluyó el secretario de CCOO en la región española de Castilla y León.
El vicesecretario de UGT en Castilla y León, Evelio Angulo, aseguró que la eliminación de este peaje "no es una reivindicación, es una exigencia justa y esperemos que tome nota el Gobierno portugués". El alcalde de Almeida -municipio al que pertenece Vilar Formoso-, António Machado, aseguró que "cuesta menos viajar desde Lisboa a cualquier capital europea que ir desde Lisboa hasta Vilar Formoso".
En la A-23, que une Vilar Formoso con Lisboa, el coste del trayecto total (350 kilómetros) en coche es de 16,75 euros, mientras que a un camionero le cuesta 42,10 euros. El coste de la A-25 (Vilar Formoso-Aveiro) en coche es de 14,90 euros, mientras que en camión es de 36,90 euros.