viernes. 29.03.2024

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha anunciado que el objetivo del país pasa por controlar la tercera ola de coronavirus durante la primavera y que la Pascua no sea la causa de una cuarta ola que complique la época estival. Portugal, que en los últimos 15 días ha logrado doblegar la curva, prolongará el confinamiento hasta el 1 de marzo, según fue aprobado ayer por el Parlamento luso y, previsiblemente, las medidas restrictivas se prologarán a lo largo de todo el mes de marzo, ya que la pandemia en el país sigue siendo "extremadamente grave", según el primer ministro, António Costa.

 

Ayer fueron registrados 3.480 nuevos contagios y 167 muertes y el objetivo, según Rebelo de Sousa, pasa por "reducir el número de infectados a menos de 2.000 y bajar la propagación del virus al nivel de números europeos" En los últimos días, los hospitales también han logrado reducir el número de pacientes ingresados por covid, que superó los 6.000 y ahora se encuentra en 5.570.

 

Las unidades de cuidados intensivos, que la pasada semana superaron los 900 pacientes, están ahora con 836 enfermos críticos de coronavirus. Al contingente alemán de 26 soldados sanitarios expertos en medicina intensiva que llegó la pasada semana a Lisboa se unirán el próximo lunes dos médicos y dos enfermeros de Luxemburgo y un médico y tres enfermeros de Francia. Portugal continuará con las fronteras terrestres blindadas hasta, al menos, el próximo 1 de marzo, y las docencia retomó el pasado lunes la actividad lectiva, aunque a distancia.

 

El retraso de la vacunación por la falta de dosis y la aparición de nuevas cepas son algunas de las principales preocupaciones del país. En Portugal está presente la variante británica en un 43 % de los casos, también ha sido detectada la sudafricana y hay dos casos sospechosos de la brasileña.

Portugal sacrificará la primavera para salvar el verano