sábado. 20.04.2024
El historiador Xosé Manoel Núñez Seixas ha dicho a EFE que "uno de los grandes errores de Putin es confundir rusófono con ruso, porque no todos los rusófonos (de Ucracia) quieren ser rusos", con motivo de la presentación en Sevilla de su último libro, "Volver a Stalingrado" (Galaxia Gutenberg).

La invasión de ucrania por parte del ejército ruso "ha contribuido a aumentar el sentimiento de una patria ucraniana en las zonas rusófonas del país de manera mucho más efectiva que toda la política cultural desplegada por el Gobierno de Kiev en treinta años", ha señalado el autor, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Compostela y Premio Nacional de Ensayo.

"Para una parte del nacionalismo ruso, Ucrania forma parte de Rusia, pero esa perspectiva rusa de que esta guerra lo es de liberación del fascismo y el nazismo cada día se la cree menos gente dentro de la propia Rusia", ha señalado el autor de "Volver a Stalingrado", estudio de historia comparada sobre la memoria de la guerra germano-soviética, que ha descrito como "una guerra dentro de otra guerra", en alusión a la Segunda Guerra Mundial.

Un asunto histórico que se reviste de actualidad porque, según Núñez Seixas, durante los últimos años las políticas sobre la memoria histórica se habían exacerbado después de que el parlamento ucraniano aprobara las medidas de "descomunización" que incluían el desmantelamiento de monumentos y símbolos de carácter soviético.

El historiador ha recordado el discurso de Putin de mayo del año pasado que hizo alusiones directas a quienes revisan la historia señalando directamente a Ucrania y los países bálticos, si bien ha admitido que "nadie, ni siquiera los mayores especialistas en cuestiones rusas, pudo pensar entonces que se iba a producir una invasión y que acabaría "en una guerra de este tipo".

Putin está haciendo valer la memoria de la Gran Guerra Patria, como se denomina aún en Rusia la guerra germano-soviética que siguió a la invasión alemana de junio de 1941, de ahí que la imagen de la escultura colosal de Volgogrado de "La Madre Patria Llamando la lucha", la de una mujer que blande una espada y que también evoca a San Miguel Arcángel como uno de los protectores del país, se esté empleando ahora en los centros de reclutamiento rusos.

De los defensores de Stalingrado, aun considerando la parte de coacción que siempre ejerció el Ejército Rojo, ha señalado Núñez Seixas que estaban mucho más motivados que los ahora llamados a filas para ir a combatir a Ucrania, porque entonces los rusos fueron los agredidos y aunque los alemanes fueron recibidos en algunas zonas de la URSS como liberadores del yugo stalinista pronto demostraron los invasores "ser todavía peores que Stalin".

Sobre la condición histórica de agresor y agredido, el autor ha señalado que la Unión Soviética antes de ser "agredida" en junio de 1941 fue "agresora" invadiendo Polonia en septiembre de 1939, anexionándose los países bálticos en agosto del año siguiente y atacando a Finlandia en el invierno de 1939.

"La memoria oficial rusa presenta solo como una alianza táctica la connivencia de la Unión Soviética con Hitler, como si fuese la simulación de una amistad temporal para ganar tiempo, pero eso no le obligaba a invadir Polonia, anexionarse y atacar otros países", ha insistido el historiador, que con "Volver a Stalingrado" ha obtenido el V Premio Internacional de Ensayo Walter Benjamin.

El nuevo ensayo de Núñez Seixas, que lleva el subtítulo de "El frente del este en la memoria europea, 1945-2021", ofrece una visión de la memoria de la guerra germano-soviética de manera comparativa en cuanto a memoria pública, monumentos, conmemoraciones, literatura y cine de la que fue la mayor confrontación terrestre de la historia. 

Putin cree que todo rusófono quiere ser ruso, dice historiador de la guerra