Un empleado de una oficina bancaria que se apropió de 1,4 millones de euros de 24 clientes ha aceptado hoy una condena de dos años de prisión y el pago de una multa de 1,6 millones de euros en concepto de responsabilidad civil. En su comparecencia en el Juzgado de Ourense, el acusado se ha mostrado conforme con la condena por lo que finalmente no se llegó a celebrar la vista oral del juicio al ratificarse un acuerdo de conformidad entre ambas su abogado defensor y la Fiscalía.
Entre 1997 y 2014, según la Fiscalía, el hombre, que trabajaba en una oficina de Banesto en O Barco de Valdeorras "aprovechando el conocimiento que tenía de la operativa bancaria y con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito" efectuó "multitud de operaciones fraudulentas para enriquecerse". El gestor bancario manipuló libretas y documentación contractual de cuentas a plazo fijo y fondos de inversión, y hasta suplantó la firma de los titulares, para dar apariencia de autenticidad”.
Una vez que los importes de los productos eran abonados, estos eran dispuestos mediante reintegros y órdenes de transferencia. El hombre, que no tiene antecedentes penales y que restituyó el dinero, ha sido condenado por aprobación indebida y falsedad en documento mercantil. La Audiencia provincial de Ourense tendrá que decidir ahora si el puede quedar en libertad con obligación de cumplir requisitos acordados y evitar la prisión.