Cuñados pero "riquiños", enredos y pulpo de contrabando son los ingredientes de "Cuñados", la comedia gallega con vocación universal que llega el próximo viernes a las salas de cine con la ambición pura de entretener a toda la familia, hacer reír y olvidarse durante hora y media de la pandemia.
Dirigida por Toño López y producida por Portocabo (responsables de la serie "Hierro"), el trío protagonista lo forman Xosé A. Touriñán, Federico Pérez y Miguel de Lira, muy populares como cómicos en Galicia y más conocidos en el resto de España por series dramáticas como "El desorden que dejas" o "Vivir sin permiso".
Rodada en gallego -aunque se estrenará también doblada- en localizaciones de Ourense y alrededores, la cinta combina la verosimilitud de los localismos -no falta el pulpo, el vino Ribeiro y el bar de bocadillos más famoso de la ciudad- con la empatía que generan tres tipos en apuros sin otra opción que la huida hacia adelante.
Es la historia de tres cuñados unidos por el azar. Dos de ellos, Eduardo y Sabonis, han metido la pata en uno de sus negocios y necesitan dinero. La solución vendrá de la mano del tercero, Modesto, que a su vez es cuñado de la empresaria más famosa de Orense.
"Teníamos todas las dudas del mundo con el título por esa historia del cuñadismo, el humor de cuñado, los estereotipos, pero al final no es mala idea porque es una película que dignifica al cuñado, también hay cuñados buenos y riquiños", dice a Efe Touriñán (Sabonis).
De Lira (Eduardo) recuerda que cuando vieron el título en inglés en el cartel de presentación en un mercado internacional, "Brothers in law" ("Hermanos de ley"), fantasearon con la idea de mantenerlo en España.
"Son hermanos de ley que están un poco fuera de la ley, es una comedia casi criminal, en el límite de entrar en otro género, hay una contención para que se quede en comedia familiar pero podíamos irnos a 'Fargo' en cero coma", señala.
Los tres actores coincidieron hace unos añoa pensar en "8 apellidos vascos" por el humor regionalista o en "Es por tu bien", por lo de los cuñados, ellos defienden que más que buscar referentes lo que han tratado es de escapar de ellos.
"No queríamos caer en esta comedia caspa que al final no cuenta nada, al final sin ser nada profunda es una historia que cuenta mucho", opina Pérez, "sobre lo patético que puede llegar a ser el ser humano cuando tiene un problema y que en vez de estarse quieto se mete en otro más grande".
"Lo más bonito", concluye, "es que son tres tíos, que con uno de ellos no se conocen de nada y al final gracias a unos bocadillos se crea una amistad de por vida".