jueves. 28.03.2024

El joven rumano, Alexandru M.L, acusado de la muerte del farmacéutico Tomás Milia, ha decidido no declarar a la espera de que comparezcan nuevos testigos que puedan aclarar lo que sucedió en torno a la muerte del boticario septuagenario. El joven rumano, que permanece en prisión provisional sin fianza, se acogió a su derecho a no declarar después de haber sido citado por el titular del juzgado de instrucción número uno Leonardo Álvarez, para una declaración judicial "indagatoria".

 

"Es un derecho constitucional que tiene, puede declarar más adelante", ha detallado su abogado Eduardo Mazaira a la salida de los juzgados de Ourense. La defensa del joven rumano pretende que se abra una línea de investigación sobre el marido de la víctima, una vía que había sido descartada en un primer momento por la policía, y que comparezca el abogado al que Tomás Milia acudió una semana antes para decir que quería el divorcio.

 

Según este abogado, Milia había confesado a este abogado "que iba a pedir el divorcio porque se encontraba amenazado por su marido y que tenía miedo de su integridad física", motivo por el que se ha solicitado su declaración. Con este testimonio, Mazaira espera que se pueda arrojar algo de luz sobre "qué tipo de amenazas le había proferido el marido" tras asegurar que no queda claro lo que sucedió aquella fatídica noche, y después de no descartar el "móvil económico". Según lo que diga el abogado, la defensa del joven no descarta pedir también la declaración del viudo, ha abundado.

 

El joven rumano fue el único acusado en la muerte del farmacéutico septuagenario de Ourense que murió de forma violenta, crimen del que se acusa a un joven, suceso que se descubrió cuando los bomberos acudieron a sofocar un incendio que habría provocado la misma persona que mató a este hombre. El propio acusado había reconocido en aquel momento ser el autor de los hechos, aunque únicamente en declaración policial.

 

La defensa pone en tela de juicio estos hechos y asegura que el marido aquella noche se encontraba según su 'gps' del móvil a una distancia de "cien metros" de la casa, por lo que advierte que "no valen las declaraciones de unos testigos" que dan versiones diferentes de los hechos. En aquella época, el farmacéutico ourensano había realizado hasta "cuatro cambios de testamento", el primero de ellos en 2002. Después de casarse, Milia realizó varios cambios de testamento por los que el marido pasó de contar con la mitad de la herencia a quedarse sin nada, al descubrir que su marido le era infiel con una chica.

 

El joven acusado de la muerte de un farmacéutico en Ourense rechaza declarar