sábado. 20.04.2024

El forense Fernando Serrulla, uno de los médicos que examinó el cadáver del joven Alexandru W. B., victima del conocido como crimen de 'A Esmorga', hallado en el embalse de Albarellos, en la provincia de Ourense, ha concluido que estaba vivo cuando cayó al agua Serulla hizo estas afirmaciones en la sexta jornada de la vista oral del juicio contra los dos acusados de lanzar su cuerpo al canal del río Viñao, los jóvenes Óscar y Eduardo, para los que la Fiscalía pide penas de 18 a 25 años de prisión.

 

Ambos están acusados de tener una discusión violenta la noche del 19 al 20 de diciembre de 2014 y de posteriormente echar a la víctima al canal, en lo que tiene similitud con una novela del escritor por Blanco Amor titulada "A Esmorga".

 

El forense indicó que la principal lesión de la víctima, de nacionalidad rumana, es una brecha en la cabeza que permitía “ver parte del cerebro” y que se produjo “cuando estaba vivo todavía”, posiblemente al golpearse “contra una piedra, una esquina o contra la compuerta” cuando se cayó o en su recorrido por el agua. En ese sentido, apuntó a una posible muerte homicida y no accidental, algo que, en cualquier caso, no es concluyente y descartó que el golpe fuese dado por una persona, porque “no puede hacer ese tipo de fuerza”.

 

La Fiscalía y la acusación particular sostienen que los dos acusados participaron en su muerte , mientras que los abogados de la defensa mantienen líneas distintas y el de Óscar E.L. apunta a que el trágico suceso fue “un desgraciado accidente” y que el joven rumano se cayó accidentalmente al canal.

 

El informe forense certifica que el cadáver, hallado a finales de diciembre de 2014, presentaba “altos niveles de alcohol y éxtasis” y que se encontraba en “muy malas condiciones físicas y psíquicas”, circunstancia que haría improbable que pudiese salir del agua por su propio pie.

 

Ese extremo contradice la versión ofrecida por Óscar E.L. quien sostuvo que se marcharon del lugar, tras buscarle, convencido de que la víctima había podido salir del agua. El cuerpo sin vida de la víctima tenía una elevada dosis de alcohol, lo que el forense consideró como "muy poco habitual” y su informe forense determina que el cadáver no presentaba “muchos signos de defensa, las uñas estaban íntegras”, únicamente “la piel de los dedos levantada”, aunque “es posible que se hubiera podido defender sin tener esos signos”.

 

Las principales lesiones previas a la muerte consistieron en “un puñetazo muy fuerte en la boca”, además de dos golpes en la cabeza, que se corresponderían con la pelea que aparentemente tuvieron previamente la víctima y los acusados. En una declaraciones a un grupo de periodistas durante un receso de la vista oral, el abogado que representa a la madre de la víctima y que ejerce la acusación particular, César Lorenzo, consideró acreditado que los dos “arrojaron a Alexandru al canal” cuando todavía “estaba vivo”, en un lugar “aterrador”, en alusión a la zona no frecuentada, para lo cual se ha remitido al informe forense y concluyó que fue un “asesinato brutal”.

 

Por su parte, el abogado defensor de Eduardo L.F., Luis Salgado, restó credibilidad a la teoría de una supuesta “confabulación que quisieron vender las acusaciones de que, malherido y moribundo, fue arrojado por los dos sin ninguna posibilidad de defensa” y ha apuntado que su cliente "intentó frenar la pelea".

 

Agentes de la Guardia Civil que prestaron declaración ayer apuntaron a una muerte homicida y no accidental, a tenor de los restos biológicos hallados tanto en la barandilla como en la carretera que podrían apuntar a que el joven se resistió a que lo lanzaran al agua.

Forense afirma que la víctima del crimen de 'A Esmorga' murió ahogado