viernes. 29.03.2024

Vecinos de la zona de la calle de Río Bibei, donde fue hallado un bebé en un contenedor, en la ciudad de Ourense, han coincidido hoy en su estupor e "incredulidad" por que alguien haya podido dejar a un recién nacido ahí en su interior abandonado a su suerte. Consultados por Efe, han destacado tanto la afortunada actuación de la persona que hizo el hallazgo (un indigente) como "la rapidez" de los servicios sanitarios y que han permitido que el bebé de 37 semanas y unos dos kilos de peso se encuentre "todavía con vida".

 

El niño, que fue encontrado en torno a las cuatro de la tarde por un hombre que estaba revolviendo el contenedor en busca de chatarra o restos de comida, estaba ya "al límite" y con "un brazo morado", ha indicado la hostelera que regenta el bar Abellás, Justa Rodríguez, quien fue la primera persona que lo tuvo en sus brazos después de que otra vecina, Saray Iglesias consiguiese sacarlo del contenedor.

 

"Veníamos de comer de la pizzería y, en ese momento, vino un indigente que empezó a gritar:

 

Llamad a la Policía, aquí hay un bebé", ha relatado Iglesias, quien recuerda que en el primer momento "no nos lo creíamos" hasta que se acercaron "y lo vimos dentro". Según ha confesado, inicialmente pensó que "estaba muerto" porque no se movía y fue, segundos después, mientras avisaban a la Policía cuando vio que estaba vivo, por lo que se apresuró a entrar al contenedor para sacarlo. A pesar del susto vivido, "la suerte" quiso que una de las vecinas que salió a la calle alertada por el movimiento de servicios de emergencia fuese una matrona, que se encargó, según testigos presenciales, de pinzarle el cordón umbilical. El pequeño, que pesa dos kilos, habría sido depositado allí poco después de nacer, ya que todavía tenía la placenta y el cordón umbilical.

 

"El bebé tuvo toda la suerte del mundo, volvió a nacer", ha confesado Saray Iglesias quien ha destacado la "suerte" que tuvieron al encontrarse cerca del lugar "una enfermera jubilada y un chico del servicio de urgencias de Bomberos". No obstante, ha confesado la "impotencia de ver a un bebé así" preguntándose cómo puede alguien dejar a un bebé recién nacido en un contenedor. "Hay veinte mil formas antes de tirarlo a la basura: puedes ir a la residencia, darlo en adopción, si no tienes papeles, dejarlo en un portal, llevarlo a las monjas a una iglesia... Como madre, la última forma es tirarlo en un contenedor de basura", ha explicado.

 

En la misma línea, otra vecina, que reside en dicha calle y que bajó a ver lo ocurrido, ha asegurado que al principio pensó que se trataba de un animal y que nunca se le pasó por la cabeza "que hubiera un bebé dentro". Al igual que Iglesias, ha apuntado que "no se puede explicar" lo ocurrido y que "una cosa es contarlo y otra vivirlo". Según la hostelera Justa Rodríguez, "el bebé tenía un golpecito en la cara, un brazo ya algo amoratado y ni siquiera lloraba, no tenía casi fuerzas" por lo que "si ese indigente llega a tardar un poco más en encontrarlo, sería tarde", ha comentado.

 

Por fortuna, estas vecinas actuaron con la suficiente celeridad y "cogimos una gabardina, lo abrigamos hasta que llegó la matrona y los servicios sanitarios", ha apuntado Rodríguez, quien resta importancia a su intervención asegurando que hizo "lo que hubiese hecho cualquier otra persona". Uno por uno, todos coincidieron en la rápida actuación policial y de los servicios sanitarios y que ha permitido que el bebé llegase con vida al complejo hospitalario, donde se encuentra fuera de peligro.

 

El recién nacido, de dos kilos de peso y de 37 semanas, fue encontrado envuelto en una manta y con el torso desnudo, en un contenedor de basura de la calle Río Bibei de la ciudad gallega. Los servicios sanitarios, una vez advertidos, se desplazaron hasta el lugar para practicar al recién nacido los primeros auxilios y posteriormente fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). E

Los vecinos ven "incomprensible" que hayan dejado a un bebé en un contenedor