viernes. 29.03.2024

La provincia de Ourense ha vuelto a ser pasto de las llamas, en unos días negros, con incendios forestales sin control que han cercado casas, provocado desalojos y afectado a zonas de alto valor ecológico, y cuya extinción es complicada por las elevadas temperaturas, inusuales, y por un viento muy cambiante.

 

Los dos grandes fuegos registrados en Oímbra y Muíños, unidos a otros nuevos, han arrasado cerca de cuatro mil hectáreas, y en Monterrei se mantiene la declaración de "situación dos" por la cercanía de las llamas a las viviendas. El resultado es una imagen desoladora, con zonas completamente teñidas del tizón de la ceniza y con una humareda que puede verse desde numerosas localidades próximas y también al pasar por la vertebradora autovía A-52. La difícil situación que se vive ha puesto en vilo a los habitantes de la provincia, congregados desde la pasada noche en la calle al ver cómo el fuego se aproximaba, por momentos, a sus hogares, tal y como fue el caso de Requiás (Muíños) y de cuatro pueblos del Ayuntamiento de Oímbra, donde las llamas avanzaron sin control.

 

"Ahora ya lo van apagando, pero la situación estuvo complicadísima", ha contado a Efe una vecina de As Chás (en Oímbra), llamada Concepción Damián, que ha dicho que afortunadamente no hubo que lamentar problemas mayores, ya que el fuego "llegó a rodear las casas" pero no a provocar daños en ellas. Este incendio ha afectado a 1.500 hectáreas y llegó a avanzar doce kilómetros, atravesando los pueblos de Bousés, Espiño, As Chás y el propio de Oímbra. Los vecinos lamentan lo ocurrido después de una noche que ha sido muy larga para ellos.

 

Precisamente, un residente en ese lugar, Domingo Justo, a quien el fuego llegó a entrarle en la finca, comentó que llegó incluso a temer por su vida. Entre estampas que queman la retina, Domingo y los demás coinciden en mentar lo complicado de la situación, con viviendas en alerta, muchas plantaciones afectadas y áreas de alto valor ecológico arrasadas. "Por suerte, tengo mascarilla pero tuvimos que estar toda la tarde con la manguera", detalló Antonio Pazos.

 

La situación en Muíños no fue mejor, con un incendio que estuvo en muchos momentos "descontrolado" y que rodeó también varias casas del pueblo de Requiás. "Estuvimos rodeados por las llamas y si no fuese por los medios desplegados estaríamos muertos", ha asegurado un vecino de Requiás, Manuel Prieto. En su caso, el incendio llegó a entrar en la finca ubicada a escasos metros de su vivienda y murieron varios animales. La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que visitó tanto hoy como ayer las zonas afectadas por los fuegos que se han cebado con la provincia de Ourense, ha lamentado que ardiesen "hasta las piedras" y ha asegurado que las casas se salvaron "por los pelos".

 

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha arremetido también en una visita a Ourense contra los autores de los incendios, que considera "intencionados", y ha mostrado su pesar por el hecho de que el viento esté dificultando tanto la extinción. Seis son los incendios forestales de consideración que hay ahora mismo en Ourense, cuatro de ellos activos -los de Monterrei (130 hectáreas devastadas), Oímbra (1.500), Boborás (520) y Entrimo (850)- y dos controlados, los de Muíños (800 ha) y Lobeira (75).

 

Ya en la provincia de Lugo, sigue activo desde las 8:34 horas de hoy el fuego de A Fonsagrada, en la parroquia de Paradavella, que ha quemado más de 80 hectáreas de monte arbolado. En el lugar trabajan un técnico, tres agentes, 18 brigadas, 12 motobombas, dos palas, seis helicópteros y tres aviones. El incendio de Chantada, registrado a las 15:04 del pasado domingo, está controlado desde las 6:11 del lunes y la superficie quemada es de 106,44 hectáreas, de las cuales 49,14 son arboladas y el resto rasas.

 

Trabajan todavía en su apagado un técnico, diez agentes, 44 brigadas, 19 motobombas, tres palas, 13 helicópteros y tres aviones. El personal de emergencias cumple con su labor con un denodado esfuerzo y los vecinos, consternados, pero con el suficiente resuello como para, en la medida de lo posible y sin interferir, poder cooperar con estas labores.

Ourense, en vilo por fuegos que cercan casas y arrasan casi 4.000 hectáreas