El paso del Sil por la Ribeira Sacra es todo un espectáculo. El río, que procede del Bierzo y se encamina a encontrarse con el Miño, parece una interminable serpiente azul acosada por gigantes de piedra. En muchos puntos de su itinerario, el desnivel entre el río y las montañas llega a los 300 metros.
Los Cañones del Sil ejercen, durante 35 kilómetros, de frontera natural entre las provincias de Lugo y Orense. A ambos lados, las laderas montañosas han sido transformadas por el hombre en viñedos con forma de terrazas superpuestas.