La localidad ourensana de Taboadela está de luto tras conocerse el fallecimiento de tres personas de la misma familia a causa de una intoxicación por monóxido de carbono, tras el uso de un generador eléctrico durante el apagón que afectó a toda España este lunes.
Los fallecidos son un matrimonio de 81 y 77 años y su hijo de 56 años, que habían instalado un generador en su vivienda para alimentar un respirador médico. Según las primeras investigaciones, el aparato fue colocado en una zona baja de la casa, y al quedar una puerta abierta, los gases tóxicos se habrían extendido lentamente sin que sus habitantes llegaran a percibirlo.
Los cuerpos fueron encontrados sin vida en la mañana del martes, tras la alerta de una trabajadora del servicio de ayuda a domicilio que, al no obtener respuesta en la vivienda, avisó a las autoridades locales. Finalmente, fue el teniente de alcalde quien, tras intentar contactar sin éxito con la familia, alertó a la Guardia Civil.
El suceso ha conmocionado profundamente al pequeño municipio. El alcalde, Álvaro Vila, ha lamentado la pérdida y ha recordado que se trataba de "una familia muy querida en el concello".
Las autoridades mantienen abiertas las investigaciones, aunque todo apunta a una mala combustión como causa principal del trágico desenlace.
Recomendaciones de seguridad
En situaciones de cortes eléctricos prolongados, las autoridades recuerdan que es fundamental usar generadores en espacios ventilados y nunca en interiores o lugares cerrados, para evitar riesgos por acumulación de gases peligrosos como el monóxido de carbono, que es inodoro y puede resultar letal sin dar señales previas.
