Un hombre acusado de robar y de matar a su madre legal (abuela biológica) a martillazos hace tres años, para poder obtener dinero con el que adquirir droga, ha negado hoy ser autor de los hechos y ha asegurado que al levantarse la encontró sin vida y entonces no supo qué hacer.
"Me acerqué a ella y en un primer momento no me lo podía creer", ha asegurado este hombre en el primer día del juicio que se celebra en la Audiencia de Ourense, y ha explicado que decidió cubrirla "por respeto", en contestación a preguntas formuladas por la fiscal y la acusación particular.de los hechos y ha asegurado que al levantarse la encontró sin vida y entonces no supo qué hacer.
El acusado, Luis Pérez R. de 32 años, se sienta en el banquillo como presunto autor de los delitos de homicidio y de robo con violencia, unos hechos por los que se enfrenta a penas de hasta 20 años de prisión. Según han explicado fuentes jurídicas al concluir la sesión, la víctima era la abuela biológica y madre legal del acusado, a quien adoptó al fallecer sus padres.
La Fiscalía sostiene que en la tarde noche del 6 de agosto de 2012, este chico, que se hallaba en la vivienda que compartía con su madre Dolores Pilar R.M. en la calle Concejo de Ourense, con ánimo de hacerse con su dinero utilizó "un cable", le apretó el cuello y la golpeó reiteradamente en el cuerpo y la cabeza con un martillo.
La mujer, de 76 años, acabó muerta a causa de diversas fracturas costales, con contusión pulmonar, así como traumatismo craneoencefálico severo y asfixia.
En su declaración, el acusado ha sostenido que él había tomado medicación y se había ido a dormir, tras consumir ese día "alguna pastilla más porque estaba ansioso" y también "algún porro".
Ha relatado que se la encontró así, muerta, al día siguiente y que la puerta de la calle estaba abierta.
La Fiscalía lo ha acusado de cambiar la versión inicial mantenida en declaraciones previas, en las que aseguró que se despertó junto al cadáver tras tomar la medicación.
Efectivos de la Policía Nacional que realizaron el atestado dos días después de los hechos y que prestaron declaración han descartado señal de forzamiento" en la puerta y han descartado un posible móvil por robo procedente del exterior.
"No apreciamos ningún indicio de robo con fuerza", ha indicado un policía, quien ha apuntado que lo primero que le llamó la atención fue el hallazgo de las manillas de las puertas del salón sujetas con cables.
Al entrar, hallaron el cuerpo envuelto con una alfombra, en la que encontraron un martillo y cable.
Durante los registros, los agentes han indicado que localizaron la "camiseta de él con sangre", detrás de una puerta, y que tenía un olor impregnado similar al amoníaco.
Además, vieron un escrito manuscrito de la madre legal en el que desgranaba las joyas y el valor de las mismas, que supuestamente él le había robado. El cuerpo presentaba además "marcas de presión en cuello y cara", han abundado.
En lo que respecta al dinero, el acusado ha declarado que los 300 euros eran suyos y únicamente ha admitido que cogió las cartillas porque "no sabía qué hacer".
Al día siguiente, los agentes registraron dos movimientos de cuentas en un cajero de Pereiro de Aguiar y otro en un cajero de Curros Enríquez, realizados por el acusado y que comprobaron tras visionar las imágenes.
Una conocida entregó una mochila y un móvil de él en la Comisaría Provincial, en la cual interceptaron algunas joyas y dinero, entre otros objetos.
La tía del acusado, quien ha relatado que acudió al domicilio al ver que su madre no le cogía el teléfono, ha admitido que el hombre tuvo enfrentamientos en diversas ocasiones con sus padres.
Asimismo, se ha referido a su carácter violento, justo el que los alejó en los últimos años y el motivo que la llevó a pensar que había sido él.
"Si quería algo y le decían que no, había problemas", ha recordado.
Los psiquiatras han hablado de una patología dual por un "problema de toxicomanía" y otros problemas, como agresividad, aunque han considerado improbables "posibles lagunas" que puedan provocar que no se acuerde de lo sucedido.
La defensa ha insistido en la procedencia del martillo hallado junto con el cuerpo, que el acusado niega que fuese de su propiedad, y ha remarcado que no había huellas de su cliente en el cable encontrado.
Mañana el juicio continuará con la declaración de los peritos y médicos forenses antes de la lectura de las conclusiones definitivas.
La fiscalía y la acusación particular piden que se tengan en cuenta las agravantes de abuso de superioridad y parentesco, junto con la circunstancia de reincidencia. En concepto de responsabilidad civil, la fiscalía pide que el acusado indemnice a otra hija de la víctima con 80.000 euros por daño moral, petición que la acusación particular eleva a 140.000.