Un acusado de un delito contra la salud pública por supuestamente dedicarse a la venta de sustancias estupefacientes a pequeña escala en Ourense ha negado este jueves los hechos y ha reconocido que tenía drogas para su "consumo propio" y también que invitaba "a veces" a amigos cuando iba de fiesta. Así lo ha indicado durante la visita oral celebrada en la Audiencia Provincial de Ourense, acusado de traficar con cocaína, hechos por los que el Ministerio público solicita tres años y diez días de prisión tras escuchar al acusado -inicialmente pedía año y medio- y el abono de una multa de 3.500 euros.
Durante el juicio, el fiscal ha considerado acreditado que el acusado se dedica al tráfico de sustancias estupefacientes en base a los utensilios hallados en el garaje, que estaban "destinados al corte y envasado de sustancia", así como a los informes forenses. "Los datos ponen de relieve que no era un simple consumidor aunque también consumiese esporádicamente", ha señalado el fiscal, quien ha rechazado la tesis planteada por la defensa de que la droga intervenida era para consumo tras asegurar que los informes forenses "no aprecian sintomatología de consumo habitual".
Los hechos tuvieron lugar el día 30 de enero de 2018 cuando, en el marco de un dispositivo de vigilancia, agentes policiales identificaron a una persona que respondía a las características físicas que les habían facilitado de una persona que presuntamente se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes. Durante el cacheo y posterior registro al garaje al que entró, hallaron bolsitas con cocaína, ocultas en un cinturón como en el interior del garaje. Pese a todo, la defensa ha sostenido que "no se dan los requisitos mínimos que considere acreditado que se dedique a la venta" pese a reconocer que la cantidad incautada supera la establecida para consumo en base a la vigilancia realizada y que permitió hallar la droga en un garaje.
Para ello, ha alegado que no constan actas de entrada y salida de personas en el garaje ni una cuantía importante de dinero y ha pedido la libre absolución o una pena inferior en dos grados a la que pide el fiscal. Así, ha reclamado que se tenga en cuenta sus "circunstancias personales" y sociales relacionadas con el entorno en el que vive. "Tiene hija de dos años, tiene arraigo social, no tiene antecedentes computables a efectos de esta causa" así como una incapacidad que ha situado en "un 51 por ciento", ha apuntado.
El acusado, que únicamente respondió a las preguntas de la defensa, ha negado que vendiese drogas y ha aclarado que únicamente "era para consumo y a veces invitaba a mis amigos cuando íbamos de fiesta". Los agentes que intervinieron en el dispositivo aseguraron que el acusado estaba "nervioso" y que él mismo les enseñó donde tenía la droga, motivo por el cual procedieron a su detención.
