viernes. 29.03.2024

La Audiencia de Pontevedra ha condenado a un año de prisión por exhibicionismo y provocación sexual a un varón que tenía como costumbre pasearse desnudo de cintura para abajo delante de las hijas de su pareja.

El tribunal considera probado que, entre enero y marzo de 2019, el acusado, quien convivía con su compañera sentimental y las dos menores, quienes tenían 14 y 12 años, se paseaba desnudo, de cintura para abajo, por las distintas estancias de la casa.

Añaden que durante esos episodios iba vestido únicamente con calcetines y una camiseta, dejando a la vista sus partes y órganos sexuales.

Además, señala la sentencia, llegó a entrar en el cuarto de baño cuando las menores se estaban duchando y a meterse, "sin cubrir sus partes y órganos sexuales", en la cama de una de ellas.

La intención del condenado, según el tribunal, era "involucrar a las menores en un juego y contexto sexual", creado deliberadamente por él "para satisfacción de su libido".

Los magistrados consideran, sin embargo, que no se ha probado que las niñas hubieran sufrido daño o perjuicio alguno por estos hechos.

La Audiencia subraya que la conducta relacionada con el delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual fue reconocida en el juicio por el acusado. Además, aclara en la sentencia que no se trata de reprochar penalmente la práctica del nudismo, pues subraya que el comportamiento del acusado "no se concilia para nada con tal actividad y mentalidad".

Así, recalca que se ha acreditado que lo que realmente quería era "conseguir que las menores fueran inocentes espectadoras y, al mismo tiempo, partícipes de una representación obscena por parte de quien buscaba de ese modo satisfacer su propia libido".

Junto con el año de cárcel, el tribunal le impone la prohibición de comunicarse y aproximarse a las víctimas durante tres años.

El acusado, por su parte, ha sido absuelto del delito de agresión sexual en grado de tentativa del que estaba acusado y, por falta de pruebas, también de un delito continuado de abuso sexual y de dos delitos de amenazas condicionales. La sentencia no es firme y puede ser recurrida.

Un año de cárcel por mostrar sus genitales a las hijas de su pareja