La asociación Difusión Felina Pontevedra ha vuelto a dar la voz de alarma ante la ausencia de respuesta institucional por parte del Concello de Pontevedra en materia de protección animal. Dos casos recientes de gatos heridos y desamparados demuestran la falta de un protocolo municipal para atender este tipo de emergencias.
“Ni comen ni dejan comer”: el grito desesperado de Difusión Felina Pontevedra
En apenas dos días, Difusión Felina Pontevedra ha tenido que actuar ante dos casos urgentes: un gato con una pata rota hallado en la calle Pintora Maruxa Mallo y otro que apareció desorientado en un portal de Eduardo Pondal. En ambos casos, fue la Policía Local quien contactó con la asociación, a pesar de que Difusión Felina no mantiene ningún tipo de convenio ni recibe apoyo municipal.
Desde la entidad denuncian una situación insostenible. "Es vergonzoso que quienes nos llaman sean los propios agentes de la Policía Local porque no saben qué hacer en estos casos, ya que el Concello no ha establecido ningún protocolo", explican desde la organización.
El silencio administrativo: un muro para el voluntariado
Hace dos meses, la asociación presentó por registro electrónico una solicitud formal para poder intervenir legalmente en casos de animales en situación de emergencia. También enviaron copia del documento al correo oficial de la Consellería de Bienestar del Concello de Pontevedra. A día de hoy, no han recibido respuesta, lo que —en 21 días— convertirá la solicitud en una negativa por silencio administrativo.
"La ley está de nuestra parte", señalan, haciendo referencia a la Ley 4/2017, de protección y bienestar de los animales de compañía en Galicia, y la Ley 7/2023, de protección de los derechos y el bienestar de los animales. "Pero a los políticos del Concello les importamos una mierda, tanto la asociación como los gatos que protegemos", lamentan.
Al borde del colapso
La asociación, que trabaja sin ayudas ni convenios, está al límite. "Ya no aceptamos más entradas porque no tenemos espacio ni recursos. Solo en los últimos cuatro meses, los gastos veterinarios ascienden a 9.800 euros", explican. Esta situación de abandono institucional amenaza con provocar la desaparición de la única organización que, de manera efectiva, rescata, protege y cura a los gatos abandonados en Pontevedra.
"Lo que más duele", aseguran, "es tener que decir que no puedes recoger a un gato herido, sabiendo que nadie más lo hará".
Una llamada urgente a la ciudadanía y al Concello
Difusión Felina hace un llamamiento público: necesitan visibilización, apoyo y una respuesta urgente por parte del Concello de Pontevedra. No es solo una cuestión de gatos heridos, sino de un problema estructural y de inacción política que pone en jaque el trabajo de años.
Desde la asociación insisten en que están disponibles para ofrecer más datos y pruebas, y piden a los ciudadanos que den voz a esta situación y presionen a las instituciones para que actúen.
