La Diputación de Pontevedra pondrá a disposición de todos los ayuntamientos de la provincia, a excepción de Pontevedra y Vigo, hasta 73,5 millones de euros dentro del plan de inversiones conocido como Plan Concellos.
Esta iniciativa, según Carmela Silva, registrará el próximo año un aumento "sin precedentes" ya que pasará a ser bianual y los ayuntamientos podrán gastar los 43 millones de 2022 y 30,5 millones de 2023 para reactivar la economía de sus respectivos municipios.
El plan volverá a estar dividido en tres líneas, una para inversiones en obras (61 millones), otra para amortizar deudas y sufragar gastos corrientes (3 millones) y otra para reforzar los servicios municipales con nuevos trabajadores (9,5 millones).
Silva ha defendido que este programa provincial refleja una "forma justa de gobernar" al realizar repartos "equilibrados" entre todos los ayuntamientos, especialmente los más pequeños en los que la Diputación realiza una "apuesta extraordinaria".
El Plan Concellos, ha apuntado la presidenta provincial, financia más de 500 obras anuales y hace posible la contratación temporal de un millar de personas desempleadas.
El vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, César Mosquera, ha defendido que no hay ningún plan de otra administración que realice un "esfuerzo tan descomunal" para mejorar las condiciones de los ayuntamientos más rurales "con menos dinámica económica y social".
A todo este dinero, han apuntado los responsables del ejecutivo provincial, se sumarán otros 22,2 millones de euros en transferencias directas para actuaciones en materia de movilidad, bienestar social, patrimonio histórico, igualdad, o cultura, turismo y deporte.