El condenado por un homicidio el 28 de abril de 2012 en la localidad pontevedresa de O Grove Alberto S.V. ha solicitado hoy, en la vista de apelación en el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG), la nulidad de todo el proceso por injerencias en la labor del jurado de la magistrada presidenta. El TSXG ha acogido hoy la apelación contra la sentencia que condenó a trece años y seis meses de prisión a Alberto S.V., acusado de matar a David B.M. de una puñalada en un garaje, por un delito de homicidio con el agravante de abuso de superioridad.
La defensa, que es la parte apelante en esta vista, ha considerado que en la Audiencia Provincial de Pontevedra existió indefensión debido a que la magistrada presidenta del tribunal influyó sobre el jurado. Considera que existe un "exceso en el objeto del veredicto", porque hay "opiniones" como que "se puede matar a una persona sin tener la idea de hacerlo", por lo que considera que asume "claramente la tesis de la acusación".
Esto provoca, en su opinión, "injerencias en el veredicto" y por eso piensa que el TSXG debe anular todo el proceso, que habría de repetirse con un nuevo tribunal del jurado en Pontevedra. La acusación particular ha destacado que existen varios agravantes, por lo que la pena podría aumentar desde los trece años y medio actuales hasta los quince años, lo máximo para un homicidio.
Para el fiscal no existe "influencia de la magistrada" y cree que todo debe quedar como está, aunque reconoce que si hubiese estado en el juicio su acusación hubiera sido por asesinato y no por homicidio. Según los hechos probados de la sentencia, el 28 de abril de 2012 el ahora condenado, que tenía dieciocho años, se citó con la víctima en O Grove, donde vivían ambos, esta última de veinte años y hermano de la pareja del primero.
Allí "se enzarzaron en una pelea" hasta que Alberto, "con intención de causar la muerte a David o sin importarle que esto sucediera, sacó una navaja de once centímetros que clavó en su costado izquierdo penetrando desde abajo hacia arriba y en sentido oblicuo en la cavidad torácica hasta alcanzarle el corazón, lo que produjo la muerte casi instantánea". Fue condenado a trece años y seis meses de prisión, además de a indemnizar a cada uno de los padres de la víctima con 75.000 euros, a la hermana con 25.000 y al Sergas con los gastos que originó tal suceso.
