El jurado popular encargado de juzgar el conocido como crimen del embalse del Umia ha considerado culpable de asesinato a solo uno de los cuatro acusados, A.F.C., que durante la vista oral reconoció que estuvo en el lugar de los hechos pero que no intervino en la muerte de Enrique Monteagudo.
Los miembros del jurado han apreciado además el atenuante de confesión, lo que ha obligado al fiscal a rebajar su petición de pena de 20 años, que hacía extensiva a los cuatro encausados, a 17 años y seis meses. Según sostenía el ministerio fiscal, los cuatro encausados, A.F.C., B.C.S., H.V.L. y J.P.M., estuvieron involucrados en la muerte en 2010 en Cuntis de Enrique Monteagudo, según la acusación, por una deuda relacionada con la venta de droga.
Aunque el jurado consideró probado que A.F.C. no actuó solo, entendió que los tres otros encausados no son los responsables de "dar muerte de intencionadamente de forma sorpresiva" a la víctima, acusación que consideran probada para el único condenado, a quien se aplica la atenuante de confesión. La defensa del condenado solicitó, por su parte, que la pena impuesta no supere los 15 años.
La absolución de los otros tres acusados, que durante la vista negaron toda relación con los hechos -no así el finalmente condenado, que admitió estar presente pero responsabilizó a estos del crimen- fue determinada por seis votos a favor y tres en contra. Uno de los absueltos expresó su alivio llevándose las manos a la cara mientras escuchaba el veredicto, mientras su abogado le guiñaba el ojo.
La familia de Monteagudo lamentó amargamente la sentencia, que su hermana criticó a la salida misma de la Audiencia de Pontevedra, llamando la atención sobre el hecho de que hay otros responsables señalados a quienes no se identifica. "¿Y los otros dónde están?", preguntaba fuera del edificio, mientras un coche de la Guardia Civil devolvía a los acusados a prisión, de donde los absueltos podrán salir mañana.
