Luis López, presidente provincial, recibió con entusiasmo este martes a un grupo de diez menores provenientes de la ciudad ucraniana de Bucha, una de las zonas más afectadas por la agresión de las tropas rusas. Estos jóvenes pasarán el mes de agosto en un campamento ubicado en las instalaciones de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe, en Pontevedra. Durante el encuentro, el presidente provincial les entregó regalos y les dio la bienvenida, acompañado por la diputada provincial Sandra Bastos, deseándoles una estancia provechosa y expresando su deseo de que puedan conocer los atractivos turísticos de la provincia de Pontevedra.
El grupo de menores ucranianos, con edades comprendidas entre los 9 y los 14 años, está acompañado por un adulto experto en trabajo social. Todos ellos provienen de Bucha, en la región de Kiev, donde tuvo lugar una masacre masiva de cientos de civiles a manos de las fuerzas rusas en 2022. Los jóvenes pertenecen a familias numerosas, de combatientes, de militares y de fallecidos en combate. Durante su estancia en Príncipe Felipe, que se prolongará hasta el 28 de agosto, residirán en un espacio acondicionado para que tengan todas las comodidades de un hogar convencional.
La Diputación de Pontevedra les ofrece servicios de alimentación, atención médica, apoyo psicológico, servicio de traducción, adecuación de ropa, acceso a la piscina del centro y una amplia programación de actividades que promoverán valores como la convivencia, el bienestar, el cuidado del medio ambiente y el conocimiento lingüístico. También se han programado excursiones para que puedan conocer lugares destacados de la provincia de Pontevedra, como la Isla de Arousa, Cabo Home, Cangas y playas como A Lanzada y Lapamán, así como otros lugares de Galicia, como Santiago de Compostela, Cerdeda, la Costa da Morte y Gandarío.
El campamento de menores de Ucrania en Príncipe Felipe es una iniciativa organizada por el Comité Europeo de las Regiones y la Asociación de Ciudades de Ucrania, liderada por el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, con el objetivo de brindar apoyo a los niños y niñas que están sufriendo las consecuencias de la guerra. En julio pasado, las instalaciones de la Diputación de Pontevedra acogieron otro grupo de diez menores procedentes de Pervomaiske, una ciudad muy cercana a la zona de conflicto.