jueves. 28.03.2024

Una investigación iniciada en Pontevedra, a raíz de una denuncia presentada ante la Guardia Civil, ha desembocado en la detención de un hombre residente en Valencia acusado de extorsionar a usuarios de páginas web de contactos sexuales.

El detenido, de nacionalidad uruguaya, fue localizado en Úbeda (Jaén) y sobre él pesaban 18 órdenes de detención dictadas por diversos juzgados de la provincia de Valencia.

Tras su arresto ha ingresado en prisión, según ha informado la Guardia Civil de Pontevedra.

En esta operación fue identificado otro hombre, también vecino de Valencia, como integrante del mismo grupo criminal y que se encuentra pendiente de comparecer ante el juzgado de instrucción de Cangas (Pontevedra), que dirige la investigación.

El operativo continúa abierto para tratar de localizar a una chica que se encuentra fugada y en paradero desconocido.

Estas tres personas, según los investigadores, formaban parte de este entramado que se dedicaba a extorsionar a usuarios de páginas de contactos sexuales, a cambio de no revelar esa información a sus familias.

Los integrantes se aprovechaban de la presión que suponía para la víctima la posibilidad de que su familia averiguase que usaba esas páginas de carácter sexual o incluso servicios de prostitución, exigiéndole el pago de diversas cantidades de dinero por su silencio.

Esta operación policial, que ha recibido el nombre de "Hetera", arrancó el pasado mes de enero tras la denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas por una persona que afirmaba que estaba siendo extorsionado por el responsable de una página de contactos.

La víctima explicó que había establecido contacto por mensajería con una chica a través de un anuncio publicado en una página web de contactos.

Tras ello, comenzó a recibir llamadas telefónicas o mensajes que le exigían dinero por el tiempo que había estado hablando con la chica por la aplicación de mensajería instantánea y realizó dos ingresos de 500 euros cada uno.

Cuando ya creía zanjada la "deuda", fue contactado mediante videollamada por un hombre encapuchado que, portando un arma corta, le exigió otro ingreso de 5.000 euros y le advirtió que haría daño a su familia si no pagaba, por lo que cedió de nuevo al chantaje. 

Una investigación de Pontevedra desarticula chantajes por contactos sexuales