viernes. 29.03.2024

Un joven acusado de intentar matar a un amigo arrojándolo al vacío desde una altura de ocho metros habría actuado así para ocultar la relación sexual que mantenía con la víctima, según ha asegurado la acusación particular en la vista oral del juicio que se celebra en la Audiencia provincial de Pontevedra.

El acusado, de 24 años, residente en el municipio pontevedrés de A Illa de Arousa, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 11 años de cárcel y diez de libertad vigilada por un delito de asesinato en grado de tentativa, mientras que su defensa pide su libre absolución.

El procesado, que solo ha contestado a las preguntas de su abogado, ha reconocido haber coincidido con la víctima en un bar de copas pero ha aseverado: "yo no fui el autor de los hechos que se me imputan.

Ambos fueron en coche hasta el edificio de usos náuticos y se subieron a lo alto de la construcción en donde, según ha relatado la víctima, su amigo le propuso mantener relaciones sexuales, a lo que él se negó y se marchó de allí.

La víctima, sin embargo, ha relatado que el acusado, aprovechando que se encontraba casi de espaldas, lo agarró de la cintura y de una pierna, lo alzó en el aire y lo arrojó al vacío desde una altura de ocho metros, impactando contra el suelo de hormigón.

"Fui a darme la vuelta y ya me enganchó y me tiró", ha afirmado ante el tribunal, tras relatar que antes el acusado le pidió que se quitara el bolso tipo bandolera que llevaba.

Con el fuerte impacto contra el suelo el agredido perdió el conocimiento, pasaron varias horas hasta que fue rescatado por un vecino que avisó a los servicios de emergencia.

No fue hasta el día siguiente, según ha indicado, cuando estaba ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Pontevedra, en que permaneció casi mes y medio, cuando desveló quién le había empujado al vacío.

Además, ha revelado que había quedado con su amigo en tres ocasiones y en una de ellas habían mantenido relaciones sexuales, advirtiendo éste de que no se lo dijera a nadie.

La Fiscalía sostiene que, después de tirar a su amigo, el procesado cogió el bolso de la víctima y se llevó su móvil, unas llaves y diversa documentación de la que se deshizo camino a casa.

En su informe final, la Fiscalía considera el testimonio de la víctima como "coherente y persistente, frente a la versión "errática" del acusado que, ante los agentes de la Guardia Civil, explicó que había sido objeto de un robo con violencia.

La acusación particular ha insistido en el que el móvil del ataque fue que el acusado "tiene novia, tiene amigos y le daba pavor que se conociera esta relación".

Además de la condena de cárcel, la Fiscalía pide que el tribunal imponga al acusado una orden de alejamiento durante diez años y que fije una indemnización de unos 157.000 euros.

El joven acusado de intentar matar a su amigo lo hizo para ocultar una relación sexual