La acusación particular ha elevado hoy a 25 años de prisión su petición de condena para Albertina T.F y Rocío G.G., acusadas del crimen de Chancelas, al entender que durante el juicio ha quedado demostrado de forma "clara y rotunda" que las dos mujeres "de mutuo acuerdo" planearon y ejecutaron el asesinato de Secundino Prego en febrero de 2014. Según la tesis de la acusación particular, ambas son culpables de un delito de asesinato con los agravantes de alevosía, ensañamiento y recompensa, por entender que el móvil del crimen fue económico.
Además, ha pedido al tribunal declarar la nulidad de la cláusula del testamento de la víctima por la que Albertina T.F. se convertía en su heredera universal y ha reclamado a las acusadas indemnizar a los hijos de Secundino con 300.000 euros. El letrado ha señalado en sus conclusiones que Albertina es una "gran actriz" y una mujer "codiciosa" al urdir el crimen para hacerse con dicha herencia, mientras que Rocío "no mató por miedo" sino ante la oferta de 5.000 euros que le hizo la otra encausada, a la que la acusación considera que "es igual de autora que Rocío" y responsable de "dirigir" el crimen.
La Fiscalía ha mantenido la petición de 20 años de prisión por un delito de asesinato y ha coincidido en que las dos mujeres "se pusieron de acuerdo" para matar al anciano, actuando "por sorpresa y a traición", aprovechándose de la "confianza" que la víctima había depositado en ellas y provocando que Secundino "no pudiese defenderse en absoluto".
El abogado de Albertina T.F., que inicialmente solicitaba la libre absolución de su cliente, ha señalado que la encausada acepta ahora una condena de tres años de prisión por un delito de encubrimiento, al demostrarse en la vista oral que la mujer, sabiendo que Secundino había muerto, "ayudó a la responsable del crimen a eludir su responsabilidad fingiendo un robo". La otra acusada, Rocío G.G., ha ejercido su derecho a dirigir unas últimas palabras al jurado, ha pedido perdón a la familia de la víctima "a pesar de que no sirve de nada" y ha confesado estar: "muy arrepentida por lo que hice". A pesar de ello, ha reiterado que le "fastidia" que la defensa de Albertina tratarse de exculparla del crimen con "excusas" porque ella:
"estuvo pegada a mí en todo momento". "Se crea o no que pasé miedo, lo pasé", ha añadido la joven reforzando la tesis de su abogado, Juan Carlos Janeiro, que solicitó un veredicto de inocencia al entender que su cliente es "inimputable" al concurrir la eximente de haber actuado ante un "miedo insuperable" y en plena alteración mental como acredita, según ha explicado, sus informes psiquiátricos. Si no acepta esa eximente, la defensa pide considerar ese trastorno de personalidad como un atenuante "muy cualificado", al que suma el de haber confesado el crimen y el haber colaborado con la justicia. El jurado popular se reunirá el próximo lunes 4 de abril para decidir el veredicto.