viernes. 04.10.2024

La Audiencia de Pontevedra ha retomado hoy el juicio por el asesinato de un anciano de 85 años al que golpearon hasta la muerte a la entrada de su domicilio en Poio (Pontevedra), hechos por los que están acusadas dos mujeres, una de ellas su cuidadora, nombrada heredera universal de la víctima cinco días antes del crimen. En esta segunda jornada del juicio, uno de los hijos de la víctima, Eduardo Prego, ha reconocido que la cuidadora de su padre, Albertina T.F., le llamó por teléfono para informarle de que su progenitor iba a cambiar el testamento a su favor.

 

"Yo le dije que si estaba cuidado y era lo que él quería me parecía bien", relató a preguntas de la fiscal, aunque señaló que la mujer "me daba mala espina". El hijo de Secundino afirmó que durante el funeral la mujer "hacía teatro" y llegó a relatar ante los familiares del anciano cómo había sido su muerte, algo que "nos parecía extraño que nos lo dijera ella, cuando la Guardia Civil nos decía que no podía contarnos nada". "Sabía que pasaba algo pero no pensé que lo matara", explicó el hijo de la víctima.

 

Asimismo, la mujer que presentó a las dos acusadas declaró que Albertina le dijo que ofrecía 10.000 euros por matar a Secundino y que los pagaría "cuanto el trabajo estuviese hecho", una oferta que achacó a una "broma o fantasía de ella", hasta que supo de la muerte del anciano. La expareja de Albertina, por su parte, negó que la esclerosis múltiple que padece la mujer limitase sus movimientos porque "no se le notaba", más allá de "ligeras" pérdidas de memoria; mientras que un empleado de una ferretería cercana a la vivienda donde se cometió el crimen afirmó que la mujer le expresó el "miedo" de que "lo mataran un día a la entrada de su casa".

 

Al inicio de esta jornada, el jurado pudo escuchar también las grabaciones que registraron el 112, la Policía Nacional y la Guardia Civil el día del crimen. Albertina T.F. ha reconocido ser ella una de las dos mujeres cuya voz aparece en dichas grabaciones en donde, junto a Rocío G.G., relatan un supuesto robo con el que, según la Fiscalía y la acusación particular, pretendían encubrir el asesinato de Secundino Prego. En ellas, narran como, supuestamente, se encontraban con "mucho miedo" encerradas en su habitación, mientras "dos hombres vestidos de negro" habían entrado en la vivienda, fugándose posteriormente en un "coche pequeño blanco".

 

La cuidadora de la víctima ha señalado que, a pesar de identificarse en dichas grabaciones, no recuerda haber efectuado esa llamada. El juicio continuará mañana miércoles con el testimonio de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron el día del crimen y la exposición de las pruebas periciales.

Las acusadas del crimen de Chancelas simularon un robo para encubrir el hecho