Vecinos del inquilino del piso de Ponteareas donde ayer fue hallado en un arcón congelador un cadáver descuartizado lo echaban en falta desde hace varias semanas, el mismo tiempo que llevan sin ver a otras dos personas, un hombre y una mujer, con las que solía dejarse ver.
Los propietarios del piso, ubicado en el tercer piso del número 7 de la avenida de Castelao, un edificio prácticamente vacío, se lo alquilaron a un varón de entre 40 y 50 años y de nacionalidad paraguaya hace un año, y desde hace varios meses no cobraban el alquiler. De hecho, lo fueron a buscar al domicilio hace varias semanas y la Guardia Civil se llegó a personar en el mismo, pero nadie respondió al timbre.
Lo único que encontraron los propietarios fueron varias cartas certificadas a nombre del desaparecido que se acumulaban en su buzón. Arístides Carrera, dueño de una empresa de cristalería para viviendas, ha señalado que en el edificio deben vivir "una o dos familias" y que suele haber "muy poco movimiento".
Carlos Díaz, propietario de una cristalería de coches ubicada en un local del mismo edificio, ha relatado que no veía al súbdito paraguayo hacía cosa de un mes, y que el dueño del piso llevaba varias semanas preguntando por él en la zona. Fue éste quien avisó al dueño del edificio al ver anoche el revuelo de patrullas y de agentes de la Guardia Civil que se acercaban hasta la zona, después de que el hijo de los propietarios del piso en cuestión entrara en el mismo y se encontrara con un arcón sellado y atado con cadenas.
Los agentes de la Benemérita tuvieron que forzar el congelador para poder abrirlo y en su interior encontraron el cadáver despiezado de un varón, cuya identidad se desconoce por el momento. Un extremo que ratifican fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que precisan que el Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas, en funciones de guardia, se ha hecho cargo de las diligencias, declaradas secretas.
A lo largo de esta mañana han inspeccionado el piso donde fue hallado el cadáver agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil y un equipo especializado en Criminología. Los restos ya han sido trasladados, dentro del propio arcón congelador, al hospital Nicolás Peña de Vigo, donde se practicará la autopsia.
