viernes. 19.04.2024

El hundimiento el martes en aguas canadienses del Villa de Pitanxo, un arrastrero congelador con base en Marín (Pontevedra), ha enlutado a Galicia, una comunidad en la que la Xunta ha decretado tres días de luto oficial por este naufragio, por ahora con un saldo de 10 muertos, 11 desaparecidos y 3 supervivientes.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha dado lectura este miércoles a una declaración institucional en la que se ha dirigido a todos los afectados por la tragedia marítima para decirles, en nombre del pueblo gallego, que "no están ni estarán sin amparo en estos días de honda inquietud".

Más tarde, y después de un minuto de silencio en la capital gallega, que se ha repetido por toda la geografía y ha llegado incluso al pleno del Congreso, el mandatario autonómico se ha dirigido a la villa pesquera marinense, a la zona cero, donde en la Autoridad Portuaria se ha desplegado una suerte de gabinete de crisis con el fin de evaluar la situación y tomar decisiones, sobre todo de cara a dar a conocer los datos que se vayan obteniendo.

Allí es donde Feijóo ha confesado que los tres supervivientes, el patrón Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial, y un ciudadano ghanés cuya identidad no ha trascendido, tienen que ser personas desde luego "muy fuertes" porque huelga decir que es "muy difícil permanecer con vida" ante tamaña fatalidad.

Aguantar en una balsa en esas gélidas aguas y con el "riesgo de hipotermia" es algo realmente complicado, ha compartido con todos.

El mandatario gallego, preguntado por la posibilidad de encontrar a más personas con vida, se ha mostrado muy cauteloso, porque las condiciones del mar "son como son" y las temperaturas del agua "son conocidas", sin querer entrar en más comentarios.

Acerca de las causas del sumergimiento, más de lo mismo, pues ha indicado que el Villa de Pitanxo tenía 50 metros de eslora, por tanto es "un gran barco que se ha hundido", de manera que las condiciones del mar, ha concluido Núñez Feijóo, tenían que ser "absolutamente adversas".

Con todo, como en la consulta anterior, ha preferido que a ello se conteste en el momento oportuno y quien tenga que hacerlo: "Estamos hablando de gente que sabía navegar, que son profesionales de la navegación, que son buenos patrones y excelentes marineros. Por tanto tuvo que ser una situación de mar muy complicada".

Los tres supervivientes del Villa de Pitanxo, el barco gallego que naufragó en aguas de Terranova (Canadá), están "en proceso de descanso y aún en shock", según la información dada en esta misma jornada por el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones.

Tras un encuentro privado con representantes de la casa armadora, que no se han pronunciado, y con familiares de los marineros, Miñones ha explicado que los tres se encuentran a bordo del barco gallego Playa de Menduiña Dos, que fue el que localizó la balsa en la que lograron salir airosos.

Galicia, que espera más noticias desde Canadá, ha decidido activar un protocolo "semejante" al establecido tras el accidente ferroviario del Alvia, ocurrido en Santiago en julio de 2013, y por tanto atenderá con psicólogos a las familias de los 24 marineros que estaban a bordo.

Serán estos profesionales, en colaboración con Cruz Roja, los que "notifiquen" a las familias cualquier información sobre sus allegados, según ha explicado Núñez Feijóo, acompañado por José Miñones al dar este anuncio.

Las tareas de búsqueda y rescate de los 11 marineros desaparecidos en el Atlántico norte prosiguen, y ello a pesar del empeoramiento de las condiciones meteorológicas.

El Centro de Coordinación de Rescate con base en Halifax (Canadá) ha informado a EFE de que en la zona de rastreo, en el Gran Banco de Terranova, las olas son de unos 10 metros de altura, con vientos de hasta 85 kilómetros por hora y una visibilidad de 6 kilómetros, lo que dificulta enormemente las labores.

El Villa de Pitanxo, un arrastrero congelador construido en 2004 en el desaparecido astillero vigués M. Cíes bajo encargo del armador Manuel Nores y dedicado a la captura de fletán negro, llevaba 24 tripulantes.

De ellos, dieciséis tienen nacionalidad española, cinco son peruanos y tres ghaneses, de acuerdo a los datos oficiales.

El Pitanxo, tragado por el mar, enluta Galicia, que espera noticias de Canadá