La Fiscalía pide diez años y medio de cárcel y otros tantos de libertad vigilada para un pontevedrés que está acusado de haber abusado sexualmente de su sobrina, una menor que tiene un grado de discapacidad del 42%.
El juicio se celebrará el próximo martes 29 de junio en la Audiencia de Pontevedra por el delito continuado de abusos sexuales a una menor, agravado porque hubo acceso carnal, por el escaso desarrollo intelectual de la víctima y por haberse valido de su relación de parentesco.
Además de la pena de prisión, el fiscal reclama que se le imponga al acusado una orden de alejamiento sobre su sobrina durante 18 años y medio, que se le obligue a participar en un programa de reeducación sexual y que indemnice a la víctima con 16.000 euros.
Los últimos abusos, según refleja el escrito de acusación del ministerio público, se habrían producido durante el otoño de 2019, después de que la menor y su madre acudieran de visita a la vivienda familiar, en donde residía habitualmente el acusado.
Aprovechando que, en un momento determinado, su sobrina se quedó sola en el interior de la vivienda mientras el resto de la familia ayudaba con la recogida de leña, el acusado subió a la niña a su habitación y, a pesar de su negativa, la violó.
Pero hechos de similar naturaleza, relata el fiscal en su escrito, se remontarían hasta el año 2016, tres años durante los que el acusado protagonizó numerosos episodios de abusos sexuales sobre su sobrina, a la que violó en varias ocasiones y le obligó a que le masturbara.
Una de estas violaciones se habría producido cuando la niña se quedó al cuidado de la familia durante un viaje de su madre a las islas Canarias, en octubre de 2019.
Además, el acusado también solía mostrar a la niña imágenes y vídeos de contenido sexual en la pantalla de su teléfono móvil.
El caso procede del juzgado de instrucción número 1 de Caldas de Reis (Pontevedra).
